martes, 20 de marzo de 2012

Los Fantasmas de la Basílica de Guadalupe

 La Vieja Basílica de Guadalupe
Al norte de la Ciudad de México se encuentra la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe; una de las iglesias más visitadas en el mundo; y construida en el lugar donde supuestamente la Virgen de Guadalupe se le apareció a Juan Diego Cuauhtlatoatzin en los años posteriores a la Conquista Española.
El lugar, conocido por los habitantes de la Ciudad de México como "La Villa"; consiste de una vieja iglesia (la basílica original) y la más moderna; un edificio circular de gran tamaño y el cual es visitado por millones de personas al año; en especial durante el 12 de diciembre, fecha en la que se conmemora la supuesta aparición de la Virgen de Guadalupe.
A pesar de ser un lugar religioso, este complejo de edificios también tiene sus historias sobrenaturales... ya que la devoción de algunas personas o el cumplimiento de mandas persiste aún después de la muerte...

La primera de estas historias involucra a las Campanas, que a pesar de ya no tener badajo; aún pueden ser escuchadas por algunos durante la noche. La historia narra que en la antiguedad había un capellán muy cumplido y puntual, que siempre cumplía con su labor de tocar las campanas de la vieja Basílica.
En una temporada en particular, el clima se volvió hostil en la Ciudad de México; con vientos helados y bajas temperaturas, ocasionando que muchísimas personas se enfermaran; y entre estas, el capellán; que se vio afectado por escalofríos y fiebre.
 Aún así, el religioso seguía siendo demasiado celoso para cumplir su responsabilidad; y contra indicaciones del Abad y demás personal de la iglesia que le pedían que guardara reposo; continuó haciendo su labor y tocando las campanas, impidiendo que alguien más lo hiciera. Y continuó así hasta que la enfermedad degeneró en un asunto delicado, y el capellán falleció por hacer su labor.
Sin embargo, desde entonces ha habido reportes de que en ocasiones las campanas continúan sonando; cosa que resulta algo desconcertante, en especial porque las campanas de la vieja basílica ya no tienen badajo.

Otra historia muy conocida entre los comerciantes, religiosos, visitantes y elementos de seguridad del recinto y sus alrededores es la de que en algunas noches se puede observar a una mujer saliendo de la vieja Basílica;  cargando una veladora, y que la flama permanece encendida aún si sopla el vietno o llueve. La leyenda dice que la mujer avanza hacia la nueva Basílica (cerrada por las noches) y más de un visitante o personal del lugar la ha visto atravesar las paredes de la edificación.
Ha habido testigos que dicen que la mujer entra a la basílica, deja la vela como ofrenda, ejecuta un pequeño rezo y se desvanece. Bien es que esta entidad pueda ser una persona que no llegó a cumplir una manda de visitar el templo, o la manifestación de algún compromiso que la persona no cumplió en vida.

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