miércoles, 26 de septiembre de 2012

El Krasue.

Representación del Krasue
 El Krasue (también conocido como Kra Sue, Phi Krasue, Ap, Phi-Kasu o Kasu) es uno de los múltiples espíritus femeninos del folklore oriental, junto con el Penanggalan, el Pontianak y el Manananggal; que embruja los bosques y selvas de Vietnam, las FIlipinas, Malasia, Indonesia y en general las islas del sureste asiático.
Se le describe como un espíritu que toma la forma de la cabeza de una mujer joven y hermosa, con las vísceras colgando de su cuello como una especie de 'cola'. Otros lo presentan como un fuego fatuo o un brillo espectral que aparece entre los árboles.
El espíritu se mueve flotando en el aire, arrastrando sus vísceras (que incluyen el corazón, el estómago y un trozo de intestino) como si fueran la cola de un globo; sangrando y brillando como si hubiesen sido extraídas recientemente. Dependiendo de quien narre la leyenda, el Krasue cuenta con colmillos afilados; similar a un Yaksha o a un vampiro.
En la leyenda original tailandesa, el Krasue era una princesa Khmer que debía casarse con un poderoso noble siamés que había derrotado a su pueblo durante una batalla. La princesa sin embargo, estaba enamorada de un joven soldado; lo cual encolerizó al noble, quien la sentenció a morir mediante la hoguera. Poco antes de ser ejecutada, la princesa le ordenó a una hechicera de su pueblo que le lanzara un hechizo que le permitiera sobrevivir sin sufrir daño por el fuego; y si bien el hechizo era poderoso, tomó un largo tiempo en surtir efecto, y solo se hizo presente una vez que la princesa ya había sido consumida en su mayoría por las flamas; quedando intactas solo su cabeza y unas cuantas vísceras.
Los restos cobraron vida de nuevo y eventualmente se transformaron en el Krasue.
En otras tradiciones se cree que este espíritu era antiguamente una mujer rica que usaba lazos alrededor de su cuello para protegerse del sol. Esta mujer fue poseída por un espíritu maligno y maldecida, transformándose en el Krasue. Otras más cuentan que el origen puede haber sido producto de un mal acto de hechicería en el cual una bruja terminó con la cabeza y el cuerpo separados. También se cree que los pecados del pasado pueden estar relacionados con la transmisión de la maldición del Krasue: mujeres que abortaron o mataron a alguien en su vida anterior se volverían Krasue como castigo. Algunas historias más hablan de que una persona puede transformarse también si consume comida o bebidas contaminada por la carne o saliva de uno de estos espíritus; y la imaginación popular dice que el Krasue y su transformación queda restringida a familiares de practicantes de "Mae Mat", un tipo de brujería; en especial sus hijas y nietas.

En el folklore de Tailandia, el Krasue se halla bajo una maldición que lo hace estar siempre hambriento y activo durante la noche, cuando debe cazar para satisfacer su gula; buscando sangre qué beber o carne para devorar. Puede atacar al ganado y a las gallinas durante la noche, bebiendo su sangre y comiendo sus órganos internos. También puede alimentarse de animales como el búfalo acuático, que hayan muerto de otras causas durante la noche. Si el Krasue no halla sangre qué beber, se conformará con comer heces o carroña; y toda la ropa que haya sido dejada colgando en el exterior, será hallada con manchas de sangre o excremento en la mañana, supuestamente manchadas por el Krasue al limpiarse la boca.
También considera presas a las mujeres embarazadas, atacándolas poco antes o después de dar a luz. Flotará cerca de la casa de la mujer, lanzando gritos agudos para producir terror; y usará su lengua similar a una proboscis (compárese con la de un mosquito) para alcanzar al feto o la placenta dentro del vientre. Este hábito, junto con otras cosas inmencionables que hace este espíritu, se considera la causa de múltiples enfermedades que afectan a las mujeres en áreas rurales durante el embarazo. En otras ocasiones, el Krasue puede capturar al niño nonato y devorarlo con sus dientes afilados.
Para proteger a la mujer embarazada, los familiares deben colocar ramas espinosas alrededor de la casa. Esta cerca improvisada puede obligar al Krasue a huir; y luego del parto, los familiares deben cortar la placenta y enterrarla muy lejos para ocultarla del Krasue. Se cree que si la placenta es enterrada lo suficientemente profundo, el espíritu no la hallará.
El Krasue oculta su cuerpo decapitado en un lugar apartado, porque necesita regresar a él antes del amanecer; y vivirá como una persona normal durante el día. Destruir el cuerpo sin cabeza del Krasue destruirá al espíritu; obligando a la cabeza a flotar en busca de un cuerpo equivocado, el cual la hará sufrir hasta morir. Si la parte superior del cuerpo no logra encontrar el resto antes del amanecer (o uno similar), morirá. El Krasue también muere si sus intestinos son cortados o si su cuerpo desaparece y es oculto por alguien. Otras creencias sostienen que la criatura puede ser destruida al ser quemada.

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