jueves, 8 de enero de 2015

The Slender Files - El Largo Jack.


"Este meme de Slender Man me recuerda a una historia que platicaba mi abuela (a quien solíamos llamar 'abuelita pequeña', pues era similar a Yoda) sobre un monstruo llamado Largo Jack. Sé que Slender Man empezó como un photoshop en Something Awful, pero ciertas imágenes y aspectos de él me recuerdan a esa vieja historia.

Debo decir que no escuché la historia original en sí, pues cuando era pequeño viví por un tiempo en casa de mi abuela mientras mis padres arreglaban su divorcio. Mi bisabuela vivía en el mismo camino, y como la luz eléctrica se iba constantemente durante las tormentas de invierno en esos días; abuelita pequeña venía y nos contaba historias frente a la chimenea.
Yo tenía cuatro o cinco años, así que abuelita solo contaba esa historia del Largo Jack una vez que me había ido a dormir. Así que fueron mis hermanos mayores y primos quienes me la contaban. 

Abuelita pequeña decía que era una niña cuando sus padres migraron al oeste.
Hay incluso una vieja fotografía de ella cuando era niña, de pie con el resto de su clase frente a una escuela hecha completamente de troncos. Hay árboles grandes y viejos tras ellos, y muchas sombras oscuras y tenebrosas entre la vegetación. 
El Largo Jack, sea lo que sea hoy, fue originalmente una persona. No sé su nombre real. En ese tiempo, las familias vivían en los bosques, alejadas entre sí por millas y millas; pero había una gran migración de personas que iban y venían: colonos, leñadores, mineros de camino a la fiebre del oro, etc...
No había hoteles fuera de las grandes ciudades, y si dormías aquí, era en tu campamento o en casa de un colono que te permitía pasar la noche ahí. Me imagino que el crimen violento no era algo cotidiano entonces, o quizás la gente era más inocente; pero el tipo que se convertiría en el Largo Jack definitivamente era un asesino.
Hubo un montón de asesinatos en la región: familias enteras masacradas. A veces se culpaba a los nativos americanos, pues aún había una guerra entre ellos y los pobladores; pero no había indicios de batallas o que alguien forzara las puertas de las casas. Siempre parecía que las familias habían invitado a dormir a alguien que los asesinaba durante la noche.
No había forma de atraparlos rápidamente, y no sé si el Largo Jack fue quien los mató a todos. Pero mató por lo menos a una familia, y ahí fue donde lo atraparon. En Bellingham. De donde es mi familia.
Por lo regular se linchaba a los criminales en ese entonces, pero en el Noroeste del Pacífico rara vez se linchaba a un blanco, casi siempre se trataba de chinos o indios. El sheriff local, John Larrabee, temía que la población se rebelara por matar a un hombre blanco; así que sacó al Largo Jack por la noche y lo llevó a unos riscos al sur del pueblo. Se construyó una horca rudimentaria con una cuerda muy larga, con la intención de colgar al criminal del risco.
El verdugo ese día fue un excéntrico local llamado Dan Harris, a quien se eligió porque era un marino retirado que sabía todo sobre nudos. Se ofreció como voluntario, pues había trabajado como ballenero y tenía un fascinación mórbida con la carne y como 'desarmar' un cuerpo y destrozarlo. Si la gente lo hubiera sabido, quizás no se le habría elegido para dicho trabajo.
Harris no se conformó con poner una cuerda alrededor del hombre a ser ejecutado. En realidad hizo muchos nudos con cuerdas que fueron atadas a los dedos, y con una pesa de plomo al final del otro extremo de cada una.
En cada muñeca se ataron más cuerdas con piedras pesadas. En cada tobillo había cuerdas atadas a rocas. La gente observó a Harris hacer esto, pero no sabían exactamente de qué se trataba. Incluso el mismo Larrabee ignoraba qué pasaría.
Llegó el momento en que debía colgarse al hombre, y entonces alguien lo empujó. El criminal cayó rápidamente por el precipicio, y todos escucharon atentos, esperando el crujido que haría el cuello al romperse; pero lo único que se podía oír era una cuenta. Harris contaba en voz baja.
1... 2... 3... 4...
Hubo un crujido fuerte, casi como un disparo. 7... 8... 9... 10... Otro. No fue el cuello. Fueron las piernas dislocándose de la cadera. 14... 15... 16... Más crujidos y 'pops'. Hombros, codos y talones... todos dislocados.
21... 22... 23... Los dedos, cada nudillo separándose con un sonido similar al de las palomitas de maíz. Los gruñidos del hombre aún podían oírse, pues todavía se encontraba vivo y consciente de lo ocurrido. 36... 37... 38... La voz de Harris volviéndose más fuerte mientras la gente observaba con horror.
Al llegar a 43, se escuchó un crujido ensordecedor. Se rompió la horca y el hombre, con todo y cuerdas y pesas; cayó por el risco. Su cuello y extremidades torcidos en ángulos imposibles. Y en la oscuridad, quienes pudieron percibir el cadáver al fondo del acantilado; se asquearon por la imagen que ofrecía: las extremidades habían sido alargadas, y ahora se confundían con las cuerdas en una especie de amasijo similar a un montón de bandas de goma. Era demasiado oscuro para recuperar el cuerpo, y para cuando las autoridades locales pudieron formar un grupo para ir por él; los animales ya se habían encargado de devorarlo.

Aquí es cuando mi abuela entra en escena.
Le solían contar que el fantasma del Largo Jack aparecía en los bosques, secuestrando a la gente que entraba en ellos. Decían que contaba cuando se acercaba por detrás.
1... 2.. 3... 4... Escuchó una vez, mientras caminaba de vuelta a casa de la escuela. 14... 15... 16... De acuerdo con la historia, no debías mirar hacia atrás o te capturaría. Tenías que correr lo más que pudieras, así que eso fue lo que hizo mi abuela.
21... 22... 23... El conteo siguió. Era como un susurro, pero que se hacía más y más fuerte; como si estuviera justo detrás de ella. 27... 28... Podía oír sus pisadas, un andar mucho más prolongado que el de cualquier adulto.
Por el ritmo, se dio cuenta de que las piernas eran imposiblemente largas. Sus brazos y piernas debían doblarse de manera sobrenatural. Alcanzó la puerta de su cabaña justo cuando el Largo Jack contaba hasta 37. Entonces se dio cuenta de que si el Largo Jack hubiese llegado a 43, ella habría muerto.
Hubo otros niños que se perdieron en los bosques en ese tiempo, y jamás fueron encontrados. Ningún adulto mencionaba al Largo Jack, pero mi abuela sabía que de eso se trataba.

Y esa es la historia del Largo Jack, como mi bisabuela la contaba; o al menos como mis primos y hermanos la narraban. No creo en fantasmas, pero me gustaba la historia. Tampoco he encontrado menciones de asesinos en los archivos locales, pero de nuevo, fue algo que no esperaba. Aunque  ciertos nombres sí aparecen en los registros históricos.
39... 40... 41...

La cinta.


En el verano de 1983, en una comunidad cercana a Minneapolis, Minnesota; se encontró el cuerpo calcinado de una mujer en el interior del horno en una granja; y frente a ella, una cámara sobre un tripié que apuntaba al horno donde se había hallado la mujer. La cámara no contenía cinta alguna.

Aunque el FBI consideró que se trataba de un homicidio y cerró el caso unos meses después, el verano siguiente se encontró una bolsa que contenía una cinta de vídeo sin marcar en el fondo del pozo de la granja; mismo se había secado por el calor que azotó Minnesota durante ese año. Pese a que la cinta estaba deteriorada por la humedad y no contenía audio alguno, los investigadores policíacos de la comunidad pudieron ver el contenido.
La grabación mostraba a una mujer filmándose a sí misma, con la cámara en el mismo ángulo que la encontrada el año anterior. Se podía ver como la mujer posicionaba el aparato para aparecer en una toma junto al horno; y después de eso se veía como se introducía en él y cerraba la puerta una vez que lograba introducirse por completo.
Ocho minutos después,  el horno se sacude violentamente, y un humo negro y espeso emana de él. La cámara sigue filmando hasta que cuarenta y cinco minutos después, la batería se agota y la grabación se detiene.
Para evitar perturbar a la población con tal hallazgo, las autoridades jamás revelaron al público la información sobre lo ocurrido o siquiera las circunstancias exactas de la investigación sobre la cinta. La policía tampoco pudo determinar quién pudo haber colocado la cinta en el pozo.
O porqué los rasgos de la mujer en el vídeo no concordaban en lo más mínimo con la reconstrucción de la mujer que fue encontrada calcinada en el horno..

El Silbón

Escultura representando al Silbón.
En Sudamérica, precisamente Venezuela y Colombia, uno de los espíritus nocturnos más temidos es aquél que lleva el nombre del Silbón. Se le ve en verano, en épocas de lluvia cuando vaga por las noches en busca de víctimas a quienes castigar; principalmente hombres borrachos que también caminan solitarios por las veredas y caminos rurales.
Se le describe como un humanoide enorme, de proporciones alargadas y que camina entre las copas de los árboles (similar a la descripción de Slender Man); silbando de manera escalofriante y cargando un viejo saco, en el cual se encuentran los huesos de aquellos desafortunados que lo han encontrado. Se dice que también aparece como un hombre alto, extremadamente delgado y que porta un sombrero.
Los silbidos de este espectro tienen múltiples propiedades. Al igual que la Llorona en México, se dice que si se escuchan cercanos, es que el Silbón se haya lejos; mientras que de ser lejanos, quiere decir que el ser ronda a corta distancia del oyente. Otros, que el escucharlos significa una sentencia de muerte o el presagio de un ser; que si el ser se sienta afuera de una casa y silba, muchas veces una persona de dicho hogar morirá durante la noche; y finalmente, que de ser agudos, implican que morirá una mujer; mientras que un silbido grave significa que un hombre será quien fallezca.
Como muchos otros espíritus de la noche, la leyenda del Silbón tiene múltiples variantes. Todas ellas producto de distorsiones y variaciones a lo largo del tiempo; debido a que se trata de un mito que data, por lo menos, de mediados del siglo XIX en los llanos y comunidades rurales de Venezuela.

La primer variante cuenta que el Silbón fue un hombre joven que descubrió que su esposa lo engañaba con su padre, y que al confrontarlo, el joven asfixió a su padre con un palo. El abuelo del joven, al encontrarse con la escena del crimen, lo castigó con varios latigazos, maldiciéndolo y diciéndole "¡Maldito eres pa' toa' la vida!"; luego le frotó ají en las heridas y le lanzó a un perro para que lo mordiera.
Según esta versión, el aullido o ladrido de un perro resulta la única manera de ahuyentar al Silbón.

En una segunda versión, se habla de que el Silbón era un muchacho mimado, al cual se le antojó comer vísceras de venado y obligó a su padre a salir de cacería. Sin embargo, su progenitor fue incapaz de capturar a un venado, y tras volver a casa sin el animal; el hijo enloqueció y lo asesinó; para después destazarlo y sacarle las vísceras necesarias para el guiso.
La madre, completamente ignorante de lo ocurrido; procedió a hacer la comida y fue ahí que se percató de que las vísceras no eran de venado, pues no se ablandaban como lo harían normalmente. Similar a la primera variante, el abuelo del chico se entera de lo ocurrido y lo castiga a punta de latigazos y una tortura que involucraba frotarle ají en las heridas y enviar a un perro a que lo atacara.

Al oeste de Colombia se le dice "Silbador", y ahí es el alma de un hombre parrandero que murió abandonado. Se dice que cabalga o ronda por las noches, buscando compañía. En otras regiones de Colombia, se dice que el Silbador persigue a las mujeres embarazadas y que su silbido pronostica la muerte de un conocido de quien lo escucha.

La discoteca Ozone.

La discoteca hoy.

El 18 de marzo de 1996, poco después de la media noche, los servicios de emergencia de Quezon; una ciudad en las Filipinas, acudieron a atender el llamado de emergencia sobre un incendio en un popular club nocturno de la ciudad; un lugar conocido como la discoteca Ozone.
La noche del 18 de marzo, cerca de 350 personas y 40 empleados se encontraban adentro cuando inició el fuego; desafiando las leyes en las cuales se decía que el lugar únicamente podía contener 35 personas al mismo tiempo.
La mayoría de los asistentes eran graduados de universidad o preparatoria, atendiendo fiestas por el fin de año escolar en Filipinas; y los sobrevivientes del incendio reportaron haber visto chispas y destellos en el interior de la cabina del DJ, poco antes de que comenzara el fuego; así como humo, que descartaron como algún efecto especial de la discoteca.
Los cuerpos descubiertos por los bomberos y otros servicios de emergencia se encontraban apilados en el corredor que daba hacia la única salida, y rápidamente se encontró con que la salida de emergencia del local había sido bloqueada por un edificio construido recientemente al costado del Ozone; y también se manejó que la salida fue cerrada por los cadeneros, quienes pensaron que en el interior del local se había iniciado un disturbio.
Hasta la fecha, el incendio de la discoteca Ozone es considerado el peor desastre de este tipo en la historia de las Filipinas; y el peor incidente ocurrido en un club nocturno desde el fuego que consumió el Beverly Hills Supper Club en Kentucy, EUA, en 1977.

En la actualidad, la estructura que alguna vez fue sede de la discoteca Ozone, aún sigue en pie; y es famosa entre los habitantes de Quezon por las historias de fantasmas que tienen lugar en ella. Los vecinos del lugar dicen que aún se puede escuchar música por la noche, y se ven sombras danzando en el interior cuando cae la noche. Naturalmente, se cree que estos espíritus son las víctimas del incendio.
El edificio, dilapidado y con marcas del fuego que lo consumió esa noche de marzo, ha sido investigado y en su interior se han tomado fotos de figuras borrosas de color blanco, bolas de luz y sombras en el interior. En marzo del 2012, un grupo de investigadores contactó a un espíritu llamado "Joey", con ayuda de una médium.
Joey, que dijo ser el DJ de turno esa noche en el Ozone, explicó que cuando los asistentes vieron el humo que salía de su cabina, asumieron que solo se trataba de parte del show; y que intentó apagar las flamas con un extintor, pero estas crecieron y eventualmente fue calcinado por el fuego. Dijo que intentó "encontrar la luz" y pasar al otro mundo, pero que había decidido permanecer en el edificio para velar por las otras sesenta almas que de acuerdo a él, aún seguían ahí.
A la fecha, los edificios que bordeaban al Ozone han sido reemplazados por un restaurante y el club de un hotel recientemente construido; y cuyos trabajadores dicen que se ven obligados a cerrar durante la noche por las extrañas apariciones y sucesos que continúan ocurriendo.