jueves, 27 de abril de 2017

Okinawa.

"Hace años estuve estacionado en la base estadounidense de Okinawa, en Japón.
Como sabrán, Okinawa es una isla japonesa literalmente cubierta por bases estadounidenses; y me tocó estar en la más pequeñas de todas, un campamento en el bosque llamado Camp Courtney.
Mi trabajo era de guardia, así que básicamente estaba sentado en una caseta chiquita con una oficina, una tele y un radio; y consistía en dar rondines por la noche y responder a llamadas de Camp Courtney por si había algo fuera de lugar.

Mi historia comienza en una noche de jueves. Me tocó montar guardia en medio de una tormenta jodida, un monsón. Rayos, vientos como de huracán, lluvia pesada y truenos que hacen temblar la tierra. Cliché, lo sé. Pero así era.
En fin, un vigía me llama para decirme que acaba de ver a una niña corriendo hacia el bosque cerca de la reja de entrada. Y sí, de inmediato pensé que era algo MUY raro. 
Aquí debo explicar que Okinawa es el lugar donde se luchó una de las últimas y más sangrientas batallas de la Segunda Guerra Mundial; y donde cientos, si no es que miles de civiles fueron asesinados. Así que sí, asumí que era un fantasma.
Llegué a la puerta completamente empapado y le pregunté al vigía sobre lo que había visto.

"No sé, viejo. Era una niña vestida de blanco. Parecía una enfermera y se fue por el camino que pasa por la puerta."

Me dieron escalofríos, y explicaré porqué:
En Japón hay tumbas grandes por todos lados, en especial en Okinawa. Y es extremadamente irrespetuoso pasar sobre de ellas. La gente dice que acabarás maldito si lo haces, de hecho. Las que teníamos en la base estaban prohibidas para nosotros, y había signos que decían en japonés y en inglés que solo los parientes de los muertos en las tumbas podían acercarse a ellas.
Bueno, joder.
Caminé hacia el camino y alumbré los pastizales. Nada. Llamé preguntando si alguien necesitaba ayuda, pero sin respuesta. Cansado, mojado y algo asustado, me dije a mi mismo que no valía la pena; y que además no quería pasar la noche cazando fantasmas. Le dije al vigía que seguro era un gato, y sí, me miró con la expresión que se están imaginando.
Dos horas después, otro vigía que acababa de llegar por el cambio de turno me llama y me dice que acaba de ver a alguien corriendo por el pasto. Con una mierda, eran las dos de la mañana y la tormenta empeoró muchísimo. 
Fui a revisar de nuevo, y le pregunté al vigía si era por casualidad una niña con un vestido blanco. Sí, era la niña. Y para ese momento ya tenía mucha curiosidad, así que me convencí de ir a revisar.
Salí, hice los llamados de procedimiento y nada. Caminé por los pastizales y entré al bosque, que más bien era como una jungla. Tuve esa sensación de arrepentimiento, pero seguí. Era tan oscuro que la lintena solo hacía que las cosas se vieran más tétricas, y a medio camino recordé que en esa época del año había un montón de serpientes y arañas bananeras de esas que parecen tarántulas.
Joder, joder, joder.
Me dije que seguiría caminando hasta ver el signo y luego volvería. No hay pierde, porque en realidad son unos letreros muy grandes y no hay forma de perderlos de vista. 
El bosque estaba callado, y para entonces la tormenta ya había disminuido. Me preocupó que el camino pareciera mucho más largo de lo que recordaba, pues ya había caminado el tiempo suficiente para ver el letrero y es más; con la oscuridad ya ni siquiera sabía si estaba en el camino que atravesaba el bosque. 
Perdido.

Me asusté.
Tomé una pausa táctica, respiré y traté de tranquilizarme diciendo que podía ser peor. Y justo me decía que podría haber estado en combate o algo así cuando escuché un llanto en la selva. La clase de gemido agudo que manda escalofríos por la espalda y te pone la piel de gallina. 
Grité, preguntando si había alguien ahí y el llanto solo se hizo más fuerte. Más y más, como si algo se acercara. Sentí una presencia detrás de mí. 
Decidí mandar todo al demonio y corrí hacia el sentido opuesto, o sea, más al interior de la selva. Me di cuenta de que no corría sobre lodo, si no algo duro. Miré hacia abajo y vi que era un camino empedrado. Estaba a seis metros de una de esas tumbas gigantes, así que le imploré a quien estuviese enterrado ahí que me perdonaran y que estaba perdido. 
El llanto volvió a sonar cerca de mí, lo que quiere decir que esta cosa me estaba siguiendo. 
Me congelé, y escuché que se acercaba más y más. 

"COG, ESTE ES ECO 3 ALFA RADIO. CAMBIO."

Salté en el aire y grité un poco. El radio acababa de sonar, y contesté. Me di cuenta de que el llanto ya había cesado. Así que decidí voltear hacia la tumba y... ahí estaba la jodida niña.
Una niña japonesa, pálida como la nieve y vestida de blanco.
Grité y corrí como un loco hasta que finalmente salí de la selva. Llegué a un punto diferente del campamento, así que no me quedó más que volver a mi puesto. Mojado, asustado y paranoico. 

Al día siguiente le conté a todos, y uno de los veteranos me dijo que muchos la habían visto, incluido él. Desde ese día, las luces de mi habitación se apagan por sí solas, escucho golpes en la ventana, se caen las cosas y pasan otras cosas raras.
Un día, las luces se apagaron y mi compañero de habitación y yo vimos una figura negra. Así que lo primero que pensamos fue en tomarle una foto.
Y aquí está.
Me siento mal cada que la veo.
Y no, no es falsa."

Historia extraída de 4Chan.

La leyenda del monstruo del castillo Glamis.

Ilustración basada en historias de la familia Bowes-Lyon.
El castillo de Glamis, en Escocia, es un punto histórico y famoso gracias a la obra de Macbeth, de William Shakespeare. En el trabajo del dramaturgo, es en Glamis donde Macbeth mata a Duncan en el año 1040; mientras que históricamente fue donde un grupo de asesinos acabó con el Rey Malcolm II en 1034 y también el hogar de la Reina Isabel II, la Reina Madre y el lugar de nacimiento de la princesa Margaret.
Pero lo que pocos saben, es que el castillo también fue hogar de un ser legendario conocido como el Monstruo de Glamis. 

De acuerdo con las leyendas del lugar, el Monstruo era el heredero deforme de la familia Bowes-Lyon, nacido en 1800 y muerto (sorprendentemente) en 1921. Su deformidad le daba el aspecto de un huevo gigantesco, con brazos y piernas pequeñas; pero una fuerza y maldad descomunales. Es un secreto familiar, el cual supuestamente solo se le dice a los herederos masculinos de la familia Bowes-Lyon al llegar a la mayoría de edad.
La tradición oral del lugar dicen que la existencia de la criatura solo son conocidas por cuatro hombres a la vez, en concreto el Conde de Strathmore, su heredero directo, el abogado de la familia y el encargado del estado de Glamis. Al llegar a los veintiún años, el heredero de la familia recibe el conocimiento de la existencia del ser, y se le muestran los restos de la criatura. 
En una ocasión, una Lady Strathmore escuchó los rumores del Monstruo, así que se acercó cautelosamente al encargado del estado y le preguntó por el secreto; a lo que el hombre le respondió ominosamente que "no debía saber la verdad, pues si lo hiciera no podría volver a vivir tranquila".

La carta de la Señora Bond.
En 1912, el autor Elliott O'Donnell escribe en su libro 'Scottish Ghost Stories' (Historias de fantasmas de Escocia) sobre los contenidos de una carta que había recibido de una supuesta señora Bond; quien pasó tiempo en el castillo Glamis y tuvo un encuentro con el ser. 
La carta reza lo siguiente:

"Han pasado muchos años desde que estuve en Glamis. De hecho, era apenas una niña cuando llegué por primera vez a la villa. Pero pese a mi corta edad, no era nerviosa o imaginativa; me inclinaba a creer en lo que era cierto y práctico.
Así que cuando mis amigos exclamaron sorpresa por que permanecería en Glamis, diciendo que el lugar estaba embrujado; estallé en risotadas por lo ridículo que me parecía, y les respondí que no existían tales cosas como fantasmas o hadas."

Esa noche, la señora Bond apenas comenzaba a dormirse cuando tuvo una vívida y horripilante experiencia con un ser sobrenatural, como describía en su carta: 

"Lento, muy lento, la cosa, lo que fuese, tomó forma. Piernas - Deformes, grotescas, piernas humanas. Un cuerpo - Peludo y jorobado. Brazos - Largos y como patas de araña, con dedos torcidos y nudosos. Una cabeza - Grande y bestial, cubierta por una masa retorcida de pelo gris que colgaba sobre su frente protuberante y orejas puntiagudas como una parodia horrible de rizos.
El rostro - y aquí se confirmaron mis peores expectaticas - era grande y blanco, similar al de un cerdo y con expresión malévola; una combinación diabólica de todos los rasgos atroces y animales, pero con la intención decidida de un psicópata.
Permanecí boquiabierta mientras la criatura se alzaba sobre sus ancas en la misma forma que un simio, y me miraba terriblemente. Entonces avanzó hacia adelante, rodó y se desplomó como una grotesca tortuga, regodeándose en la calidez de los rayos de sol que se filtraban por mi ventana al amanecer.
En este momento la puerta se abrió y alguien entró a la habitación. Hubo un grito que despertó al castillo, un alarido de algo que parecía no animal ni humano, algo molesto.
Ya no veía a la cosa, pero mi mente me llevó a asociar el gemido con la bestia."
Hay quienes describen al monstruo como
un ser ovoide parecido a Humpty Dumpty.

El Alkimos.

El Alkimos en sus años de servicio.
El Alkimos es un navío encallado a cuarenta kilómetros de la costa de la ciudad australiana de Perth, el cual comenzó su vida como una nave mercante durante los oscuros días de la Segunda Guerra Mundial; siendo lanzado desde los mueyes de Behthlehem-Fairfield en Baltimore, Estados Unidos.
Originalmente conocida como el George M. Shriver, el Alkimos es lo que comúnmente se conocía como 'Nave Libertad'; un tipo de barcos de carga construidos en masa durante la época de austeridad en la SGM. Estas naves debían ser construidas en cuestión de pocos días y usando materiales de baja calidad, pues el acero y el hierro se ocupaban primariamente para la elaboración de máquinas de guerra que serían enviadas al frente europeo.

La nave George M. Shriver se construyó en tan solo semana y media, y es aquí donde comienzan los sucesos que determinarían su reputación como una nave maldita. Durante la construcción, se dice que un grupo de soldadores fueron aprisionados entre los cascos de la nave por error; así como otros extraños y trágicos accidentes que llevaron a los trabajadores del muelle a decir que el barco estaba maldito.
Oficialmente, el George M. Shriver fue lanzado al servicio el 11 de Octubre de 1943. 

El Viggo Hansteen.
Como sea, el nombre original de la nave fue cambiado en pocos días, pues el 20 de octubre se le asignó a la Misión Mercante y de Carga de la marina Noruega, donde se le renombró como el Vigo Hansteen.
Su primer recorrido fue un tour de dieciocho meses durante la guerra, sirviendo para transportar tanto cargamento como soldados en las violentas aguas del mar Báltico; muchas veces siendo atacada por Botes-U y aviones de la Alemania Nazi. En esta época la reputación negativa del barco reapareció, pues en una ocasión, dos barcos mercantes que escoltaban al Viggo fueron destrozados por los Botes-U de camino a Gran Bretaña; pero sorprendentemente el mismo Viggo no recibió daño alguno, aunque permaneció atascado en un arrecife sin marcar por espacio de seis horas. 
La siguiente coincidencia ocurrió en agosto de 1944, cuando la nave se encontraba en la bahía de Nápoles, Italia. Mientras el contenido de municiones y paracaídas del barco era descargado, un miembro de la tripulación abrió fuego contra una radio operadora canadiense y después se suicidó por razones que jamás se lograron explicar.  Por estas razones y la leyenda de los soldadores emparedados entre las planchas de metal del casco, un gran número de marineros se negaron a trabajar en el Viggo hasta el fin de la guerra.

El Alkimos.
El Alkimos encallado en la década de 1960.
Al finalizar la guerra, la nave cambió de dueño en varias ocasiones, hasta que fue vendida a una compañía mercante griega; la cual la rebautizó como el Alkimos.
Entre supersticiones e incidentes, el Alkimos continuó navegando hasta 1963, cuando realizó su último viaje entre Jakarta y la localidad australiana de Bunbury. A unos kilómetros al norte de Perth, el Alkimos se estrelló contra un arrecife conocido como Beagle Rocks, resultando dañadas las propelas. Se tomó la decisión de remolcarlo hasta Freemantle, para realizar reparaciones básicas y posteriormente enviarla a Hong Kong; donde sería arreglada por completo. Pero, al esperar el remolque, el Alkimos se incendió misteriosamente. Tras apagar las llamas, se intentó remolcar la nave, pero la cadena usada terminó partiéndose luego de una hora y el fuerte oleaje terminó chocando contra una playa.
Al encallar en un banco de arena, el Alkimos permaneció oxidándose en el sol mientras un grupo de trabajadores se encargaron de extraer la carga y los objetos que podían salvarse; dejando siempre a un grupo a cargo de la nave durante las noches para evitar rapiña. Para horror de los vigilantes, al poco tiempo de comenzada la labor empezaron a escuchar sonidos inexplicables provenientes del interior del Alkimos.
Pasos, voces susurrantes y golpes en el casco. Incluso se reportaron olores fantasmales, usualmente el de comida siendo preparada en la cocina vacía de la nave. Se dice que la nave incluso emitía una extraña aura de negatividad, ocasionándole sensaciones de ser vigilados y de fatalidad a quienes la veían a la distancia.

En 1964 se lanzó una operación de salvamento, y tras ser remolcada de la playa por un gran bote de rescate, el Alkimos esperaba a ser movido hacia Manila por la nave Pacific Star. Y como si una fuerza sobrenatural impidiera tal hazaña, al Pacific Star se le ordenó un cese de operaciones debido a una disputa financiera con la compañía filipina encargada del Alkimos.
Incapaz de remolcarlo más lejos, el Pacific Star decidió soltar al Alkimos y dejarlo varado en una formación rocosa a cuatro kilómetros al sur de la playa Yanchep. Al poco de eso, un fuerte oleaje rompió el ancla del Alkimos, por lo que el casco chocó de lleno contra las rocas y resultó dañado gravemente.
Añadiéndole a esto, la nave se incendió mientras se esperaba que la compañía filipina y el Pacific Star arreglaran el problema. Al final, se optó por dejarlo ahí hasta que alguien lo reclamara; y si bien la nave cambió de dueños en varias ocasiones, se optó por dejarla entre las aguas del arrecife.

Barco Fantasma.
Varios equipos de salvamento que intentaron reparar el Alkimos vieron su labor impedida por sucesos paranormales como herramientas que desaparecían repentinamente, solo para aparecer en otros lugares del barco. Se volvieron a reportar olores y sonidos inexplicables, algunos trabajadores se quejaron de ser perseguidos por 'alguien' y se escuchaban conversaciones en los camarotes y bodegas vacías. 
En un terrible incidente, una vigilante fue empujada por una presencia invisible y cayó por las escaleras de una cubierta inferior, perdiendo al bebé que llevaba en su vientre.
En 1969, se determinó que el Alkimos no podía ser salvado y que lo mejor era volarlo en pedazos para así recuperar el metal del casco y venderlo como chatarra. Se llamó a un oficial naval para determinar cuanta dinamita debía usarse para reventar al barco, pero de camino a Perth; el oficial y otros tres encargados del proyecto fallecieron al chocar la avioneta en que viajaban.
De nuevo era como si algo maligno e invisible impidiera que se hiciera algo con el Alkimos. Y esta entidad o fuerza continuó imposibilitando el trabajo de los equipos de desmantelamiento, pues el Alkimos volvió a incendiarse mientras se intentaba remover las placas de metal del casco. Más de ocho compañías de salvamento fallaron en desarmar al buque, todas por accidentes, enfermedades de los dueños y muertes inexplicables.

La leyenda del Alkimos.
Hasta el día de hoy, la nave continúa encallada en las rocas y se cree que la presencia maligna en su interior continúa activa; pues una amplia variedad de sucesos sobrenaturales y fenómenos sin explicación alguna continúan suscitándose en la nave. 
Los motores de los botes fallan al acercarse al Alkimos, los buzos se quejan de que su equipo y las cámaras que llevan dejan de funcionar al internarse en el casco perforado; mientras que quienes suben a bordo tienden a sufrir caídas, resbalones y se quejan de ser 'empujados' por algo. Incluso se dice que los caballos que pasan por la playa frente al Alkimos se agitan bastante, y echan a correr hacia el rumbo de donde vinieron.
Pescadores de Perth dicen ver una aparición a bordo de la nave, un marinero que viste botas de goma y pantalones de pescar, y al cual se refieren como 'Harry'. Originalmente se creía que se trataba de un vagabundo o un ermitaño que vivía en el Alkimos, pero una investigación exhaustiva del interior de la nave reveló que no había nadie viviendo ahí, o rastros de ocupantes anteriores. La nave también es hogar de un perro fantasma, el cual era visto incluso durante los días de servicio de la nave en la SGM.
Los restos del Alkimos en la actualidad.
Como en una película de horror, la presencia a bordo del Alkimos ha sido la causante de varios accidentes fatales, casi todos ellos ahogamientos de buzos y nadadores que buscan explorar la nave. De estos, tal vez el más famoso es el del nadador Herbert Voight, reconocido por recorrer grandes distancias en el océano. Voight desapareció mientras entrenaba cerca del Alkimos, y todas las búsquedas resultaron infructuosas hasta que meses después; su cráneo fue hallado en el interior de la nave.
El autor Jack Wong Sue, visitó el barco como parte de su investigación del libro 'Ghost of the Alkimos', y terminó enfermo con una misteriosa infección respiratoria al poco tiempo de su viaje. Aunque al final se mejoró, su condición llegó a ser tan grave que en algún punto se creyó que no sobreviviría. 
En la actualidad, queda muy poco del Alkimos, pues las condiciones meteorológicas y el impacto constante del agua salada contra el casco han terminado por desintegrar gran parte del barco durante los últimos años; al grado de que ya queda muy poco visible sobre el nivel del agua. Y aunque es popular entre buceadores y amantes de lo paranormal, es poco aconsejable visitarlo; pues se sabe que algunas porciones del barco han comenzado a colapsar sin previo aviso, y se espera que desaparezca por completo en las próximas décadas.

El Parque Shawnee Lake - El parque de diversiones más embrujado del mundo.

Las ruinas de Shawnee Lake.
Conocido como "el parque de diversiones más emmbrujado del mundo", el parque del lago Shawnee se encuentra en Virginia del Oeste, y es un lugar famoso no solo por los eventos paranormales que ocurren en él, si no por una larga historia de violencia y accidentes fatales.

La historia comienza con los indios Shawnee, una tribu que habitaba la región que algún día sería Virginia del Oeste, y que ocupaban el borde del lago como un cementerio. Según los arqueólogos e historiadores locales, se cree que todavía puede haber más de tres mil cuerpos enterrados bajo el parque y en los campos vecinos.
En 1775, dos años antes del inicio de la revolución americana, la familia Clay llegó a Virginia y construyó una pequeña granja al borde del lago. Los Shawnee se sintieron ofendidos por la perturbación de sus tierras sagradas, y al principio se presentaron ante los Clay para pedirles que por favor se retiraran. Mitchell Clay, el patriarca de la familia, hizo caso omiso y continuó con su vida pese a las constantes súplicas de los Shawnee.
No se sabe si fueron los Shawnee o una tribu rival, pero lo cierto es que en agosto de 1783 un grupo de guerreros nativos invadió la granja Clay mientras Mitchell estaba ausente en un viaje de cacería. Al llegar, acabaron con dos de los hijos en el lugar, apuñalándolos y arrancándoles el cuero cabelludo como trofeo. Al mayor lo secuestraron, llevaron al bosque y ahí se le ató a una pira de madera seca para ser quemado.
Placa conmemorativa que describe el 
incidente de Mitchell Clay.
Al regresar y hallar a sus hijos asesinados, el furibundo Mitchell Clay reunió rápidamente a un grupo de colonos y fue a cazar a los Shawnee que vivían en la localidad; matando a la mayoría. Por esta razón es que tanto nativos como colonos decidieron evitar el construir nuevos edificios en donde estuvo la granja Clay, pues se creía que la zona estaba no solo llena de fantasmas; si no de energías negativas.

El parque Shawnee.
Ignorando la leyenda como una superstición rural, en 1926 la tierra fue comprada por un empresario de nombre Conley T. Snidow; que creía que el borde del lago sería un lugar excelente para construir un parque para las familias de los trabajadores que comenzaban a llegar a la región de Virginia del Oeste, famosa por sus minas de carbón.
Originalmente, el parque contaba con columpios circulares, una rueda de la fortuna y un estanque acondicionado para nadar y pescar. A estos pronto se les sumaron un salón de bailes, puestos de comida y una alberca. Para 1950, el parque ya contaba con carritos chocones, una montaña rusa y botes de pedales para el estanque y el lago. 
Parecía que la superstición finalmente había desaparecido, pues no había un fin de semana que el parque del lago no estuviese a reventar con familias de los pueblos y los condados cercanos. O al menos, hasta una racha de incidentes que comenzaron en esa década.
A mediados de los cincuenta, una niña que montaba en el columpio circular falleció por un incidente bastante inusual: Un camión en reversa no vio o no pudo frenar al llegar a los columpios, y la niña se estrelló de lleno contra el vehículo cuando este se atravesó en la trayectoria del juego. La niña falleció en el acto.
Más adelante, en 1966, la desaparición de un niño de once años en el parque concluyó cuando, una semana después de su desaparición, se encontró su cadáver putrefacto en el fondo del estanque para pescar. Resulta que el chico había estado nadando en el fondo cuando su brazo se atoró en una pipa de drenado y se ahogó al no poder sacarla a tiempo.
Al poco tiempo de esta última muerte, el parque fue cerrado y sus atracciones terminaron como ruinas oxidadas en medio de los bosques de Virginia del Oeste, hasta que en 1985 se volvió a comprar el parque con la intención de convertirlo en un campamento con cabañas de pesca. 

Los columpios donde supuestamente se aparece la niña.
Con el tiempo, los visitantes a las ruinas del parque comenzaron a reportar una amplia gama de situaciones inexplicables, que incluyen pero no se limitan a:
-Una sensación de persecución y ser observado al entrar al parque.
-Ataques de pánico repentinos.
-Sensación de fatalidad al acercarse a los columpios.
-Contacto de manos invisibles en los hombros.
-Ser empujado o golpeado por fuerzas no físicas.
-Objetos que se mueven solos.
-Sombras que rondan y se ocultan entre los juegos.
-Columpios que se mueven por sí solos.
-Apariciones del tamaño de niños entre los pastizales y los juegos mecánicos.
-Sonidos anómalos como risas infantiles, susurros al oído, gritos, cánticos en lenguajes desconocidos y llantos.
-Figuras inexplicables y niebla en fotografías.
-Fenómenos de voz electrónica entre los que se han registrado voces que dicen "Por favor, váyanse", "No", "No hablaré" y la voz de una niña que parece susurrar "Estoy en los columpios".

De acuerdo con el dueño del parque y algunos visitantes, el fantasma más activo es el de una niña que aparece cerca de los columpios. A la niña se le describe con un vestido rosa manchado de sangre seca, con una expresión sombría en el rostro y el poder de paralizar a quien la mira a los ojos.
Otro fantasma es el de un suicida que saltó de la cima de la rueda de la fortuna, y que es visto como una sombra en el asiento más alto; y que a veces se deja caer, solo para desaparecer antes de tocar el suelo.
En el caso del estanque, o más bien la charca de agua lodosa que es hoy; algunos pescadores que la visitan con la intención de atrapar uno de los peces gato introducidos en la década de los ochenta; cuentan historias de figuras oscuras que flotan bajo la superficie y unas manos que parecen brotar del fondo para jalar a quien se introduzca en el agua.
Los espíritus de nativos americanos suelen aparecer cerca de los viejos puestos de comida, manifestándose durante las noches ya después de que el parque ha sido cerrado o en épocas donde no hay campistas; por ejemplo en el invierno.
Caso curioso y relacionado es el que ocurrió con el equipo de producción del programa "Los Lugares más Aterradores de la Tierra", del Travel Channel en el año 2005.
Los camarógrafos y el equipo de investigación se negaron a entrar al parque porque además de escuchar cánticos y tambores indios, se percibía una sensación de fatalidad en el ambiente, como si algo malo fuera a ocurrirles. En el programa "Ghost Lab", un miembro del equipo quedó inexplicablemente atrapado dentro de una taquilla, aún cuando la puerta no contaba con una cerradura o un mecanismo que impidiera su apertura.

jueves, 13 de abril de 2017

Árboles Embrujados.

Se dice que los lugares con historia tienden a presentar extraños sucesos con el tiempo, escenificaciones o impresiones de acontecimientos del pasado, así como espíritus chocarreros o almas en pena que quedan ancladas a un sitio por ser de valor para ellos durante el tiempo en que vivieron o por haber fallecido ahí.
Los espíritus pues, se arraigan no solo a construcciones, campos de batalla o caminos; si no incluso a las características y otros objetos presentes en el lugar en cuestión. ¿Cuántos de nosotros no hemos escuchado leyendas de árboles embrujados? Árboles de tal vez cientos de años en los cuales la gente comenta que se aparecen siluetas de personas ahorcadas colgando de las ramas, que el solo tocarlos significa la muerte bajo una maldición o inclusive que han sido poseídos por el espíritu de alguien que murió a su sombra.

El árbol del Diablo.
El árbol del Diablo, Nueva Jersey.
Nuestro primer caso es posiblemente el más famoso de este tipo, un viejo roble retorcido que crece en el condado de Somerset, en Nueva Jersey. 
Ahí, solo en medio de un campo abierto y con sus ramas sin follaje extendiéndose hacia los aires; este árbol ha recibido el ominoso nombre de 'El Árbol del Diablo'. Se dice que está maldito luego de que hace muchos años, un granjero asesinara a su familia y luego cometiera suicidio colgándose de una rama. Desde entonces, la reputación del árbol solo se vio incrementada gracias a varios suicidios y asesinatos durante las décadas. Incluso llegó a ser el punto de reunión para una secta del Ku Klux Klan, quienes ocupaban el árbol para colgar y linchar a personas de color.
Se dice que esta historia de violencia puede haber corrompido al árbol, y que ha crecido así tras alimentarse de las almas de quienes murieron a su alrededor. La leyenda de la maldición reza que cualquiera que intente vandalizar el árbol, sufre un  accidente al poco tiempo; y que quienes han intentado orinar en él tienden a fallecer a causa de percances inexplicables y violentos. Otros más dicen que el solo hecho de hablar negativamente del árbol puede provocar desgracias.
Además de esta extraña reputación, en él ocurren sucesos que hasta la fecha no pueden ser explicados: En invierno, el tronco se calienta por sí mismo y aún haya fuertes nevadas, las inmediaciones del árbol se encuentran desprovistas de nieve por alguna razón; por lo que algunos creen que tal vez sea un portal al infierno.
Se pueden escuchar gruñidos si se pega el oído al tronco, así como llantos, gritos y risas de niños durante las horas de la noche; como si todos ellos provenieran del árbol. Otra leyenda más reza que quienes tocan el árbol, sufren una pigmentación negra en las manos, como si hubiesen palpado ceniza volcánica. Finalmente, existe una leyenda que involucra una camioneta pickup de color negro que tiende a perseguir a quienes se acercan solos al árbol; desapareciendo misteriosamente cuando la persona sale del prado en que este se encuentra.

El Roble del Muerto.
Más al sur, a una distancia del pueblo de Kissimmee en Florida, se encuentra un árbol antiguo al que se le apoda 'el Roble del Muerto'. De acuerdo a la leyenda, que data de la época de los españoles, un grupo de conquistadores capturó a un hombre que montaba un caballo blanco y lo ahorcó bajo el árbol por supuestos crímenes contra la corona española.
Un fantasma sin cabeza supuestamente merodea las inmediaciones del roble, y persigue a aquellos que se acercan demasiado. 

El Olmo de Bara-Hack.
Las ruinas de Bara-Hack.
A las afueras de la ciudad de Pomfret, en Connecticut, existe un área que anteriormente fue una aldea de nombre Bara-Hack; la cual fue abandonada en la guerra civil y de la cual hoy solo quedan ruinas y vallas de piedra.
Aquí existe un olmo supuestamente embrujado. Se dice que los esclavos del dueño de una plantación fueron los primeros en percatarse de que algo estaba mal con el olmo en el cementerio de la aldea; pues al trabajar durante las noches veían apariciones de los recién fallecidos y extrañas criaturas de ojos brillantes que merodeaban en los bosques cercanos al árbol. Hoy, el árbol de Bara-Hack es solo un tronco petrificado y de la aldea queda muy poco.
Pero en las inmediaciones se pueden escuchar sonidos de personas hablando, el galopar de caballos, las ruedas de viejos carruajes y ladridos de perros; como si la aldea de Bara-Hack siguiera existiendo luego de todo este tiempo.
Del árbol en sí, se dice que por las noches se puede ver el espíritu de un bebé acostado entre las ramas. Quienes lo han visto, se sorprenden, pues durante el día se pueden dar cuenta de que del árbol ya solo queda un tronco podrido y petrificado.

Los árboles de Ellis-Bolles.
En Mattapoisett, Massachussetts, existe un cementerio antiguo conocido como Ellis-Bolles; el cual es recorrido por un camino de terracería conocido como Wolf Island Road, y donde algunos automovilistas, ciclistas y excursionistas dicen haber visto cuerpos colgando de las ramas de los árboles en el cementerio.
Se dice que estos cuerpos son un grupo de soldados capturados en los bosques durante la época de la revolución americana, los cuales fueron colgados por sus crímenes contra la corona británica. 

El Latigueador.
También en Massachussetts existe un árbol conocido como el Latigueador, un sicomoro en el cual tuvo lugar un castigo por látigo contra un hombre de nombre Abijah Worster.
Worster pertenecía a un grupo religioso de nombre Cuáqueros de Shaking, quienes fueron expulsados del lugar durante un disturbio en 1782. Se dice que Worster intentó detener los ataques a su congregación, y como castigo fue atado al árbol y masacrado a latigazos; muriendo por sus heridas al cabo de un tiempo. Se dice que el árbol no solo está maldito, si no que todos los relacionados al ataque contra los cuáqueros fallecieron al poco tiempo de ello por causas sobrenaturales.

El árbol fumador.
En el cementerio de Sagamore, también en el estado de Massachussets, existe un árbol retorcido y deformado por la edad; el cual supuestamente emite un olor a humo de cigarro, pues está embrujado por un hombre llamado Emory Ellis, que se opuso a la construcción del canal de Cabo Cod y que continúa apareciéndose en el sitio para expresar su molestia.

La Dama del Ciprés.
Ciprés en la bahía de Monterey.
En la costa de la bahía de Monterey, California, existe un gran número de árboles cipreses; pero el más famoso de ellos es el que se alza en Pebble Beach, que es hogar de un espíritu conocido como 'La Dama con Encaje', que ronda la calle de 17-Mile Drive. 
La Dama aparece en noches de niebla, asustando a conductores y haciéndolos chocar. Este espíritu toma la forma de una mujer joven vestida de novia con una expresión melancólica. Como un dato extra, hace años un surfista de renombre falleció en la playa cercana al árbol.

El árbol ensangrentado de Ontario.
En Ontario, Canadá, existe un árbol viejo que continúa creciendo al final de la pista de aterrizaje de un aeropuerto local; y el cual supuestamente está muy embrujado. Durante la segunda guerra mundial, las víctimas de un choque de avión fueron colocadas al pie de este árbol; lo que según la leyenda, lo hizo crecer de manera abnormal.
Se dice que si alguien se le acerca, se pued eescuchar el ruido de cuervos posados en las ramas; aún cuando no haya ningún ave cerca. También se reporta que inspira una sensación de temor y fatalidad en quien se le acerca.

El árbol de Manglojodi.
En el estado indio de Orissa existe una aldea de nombre Manglojodi, donde se encuentra un árbol rodeado por rejas y al que los pobladores evitan acercarse. 
La leyenda reza que está habitado por una bruja, la cual usaba magia negra para robar las almas de niñas y adolescentes con el fin de incrementar su poder y prolongar su vida. Eventualmente, la gente se enteró de lo que hacía y una turba iracunda la linchó y colgó del árbol. Al morir, enterraron su cuerpo en las raíces, y se dice que su espíritu aún vive en el interior de él. Se dice que al acercarse a él, la gente es agredida por piedras lanzadas por seres invisibles, y que se pueden escuchar voces demoniacas que ordenan alejarse del lugar.
Quien lo toca, muere al poco tiempo de una enfermedad hemorrágica. Otros más mencionan que en él se aparece un gato blanco espectral, el cual agrede a quienes se acercan demasiado.

En árbol de algodón.
En Mahaicony, Guyana, existe un árbol de algodón que mata a quien intenta derribarlo.
Hace años, se planteó la construcción de una autopista que pasaba justo por el espacio donde se alzaba el árbol. Al llegar a cortarlo, tres trabajadores cayeron muertos antes de poder usar sus sierras contra el tronco. Este acto aterró tanto al equpo de construcción sobreviviente, que optaron por modificar el diseño de la autopista y hacer que rodeara el huerto.
El árbol aún continúa existiendo, y el folklore caribeño de la zona dice que es hogar de espíritus, demonios y otros seres sobrenaturales.

Las palmas de Al Ain.
En Dubai existe un huerto de palmas cerca del camino Al Ain, el cual está rodeado por vallas de metal; y se cree que quien camina en él es sofocado por un grupo de Djinn que habitan entre los árboles. Un hombre que chocó su árbol contra los árboles hace años, dijo haber escuchado a un Djinn mientras yacía herido y esperando a los equipos de paramédicos.
Se cree que todos aquellos que intentan derribarlos, mueren por medio de una maldición; y que las cuchillas de machetes, sierras y otras armas son incapaces de cortar la madera. Además de los Djinn, hay una creencia popular de que el huerto fue un cementerio, y que en él se aparece el espíritu decapitado de un mercader de camellos.

El árbol de la niña.
En Tarragona, España, existe un árbol conocido como 'el árbol de la niña'.
De acuerdo con la leyenda urbana, hace años un par de muchachos que viajaban en motocicleta sufrieron un accidente al atravesar una curva; pues dijeron haber visto a una niña ahorcada colgando de las ramas. Al poco tiempo, los jóvenes fallecieron por las heridas en el accidente. Hasta hoy, se alerta a quienes transitan por ahí que eviten ver ese árbol.

El misterio de los trabajadores sociales fantasma.

Desde 1980, el Reino Unido ha experimentado varias oleadas de pánicos morales relacionadas con ominosos personajes conocidos como "Trabajadores Sociales Fantasmas"; extraños que se presentan en las casas con supuestas órdenes para revisar e incluso llevarse a los pequeños que en ellas habitan. Una búsqueda en internet puede entregar cientos de historias en sitios como el área metropolitana de Londres, Inverness en Escocia, Liverpool y Manchester; entre otros. De manera curiosa, ninguno de estos personajes ha podido ser capturado o identificado; lo que exacerba las teorías de conspiración entre la población de las islas británicas.

La primer ola comenzó en 1987, en medio de un caso de histeria colectiva en las ciudades de Nottingham y Manchester. De acuerdo con historias publicadas en tabloides de la época, en los bosques de las campiñas británicas se reunían grupos de satanistas que sacrificaban, abusaban y devoraban bebés como parte de oscuros rituales demoníacos.
A estos siguió una extensiva cacería de brujas, la cual no entregó resultados o culpables en concreto más allá de rumores histéricos entre las autoridades religiosas y asociaciones de padres de familia. Y tal vez como parte de esto, aparecieron los primeros casos de trabajadores sociales fantasmas; parejas de hombres o mujeres vestidos con ropa formal, portando identificaciones de los organismos sociales de la época y órdenes de examinar a los niños de un hogar por supuesto maltrato infantil. 

En 1990 se hizo famoso el caso de Elizabeth Coupland, una madre soltera que dijo haber sido visitada durante un día invernal por dos mujeres que llevaban traje negro, las cuales se presentaron como empleadas de la Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad Infantil y argumentaban que un vecino había reportado un caso de maltrato referente a sus dos hijos, de dos años y seis meses.
La visita al departamento de Coupland concluyó sin eventos fuera de lo normal, a lo que Elizabeth asumió que no volvería a ser visitada pues su familia era estable y ninguno de los niños presentaba evidencia de haber sido maltratado.
Pero, al cabo de unos días fue visitada de nuevo por una de las mismas mujeres, que en esta ocasión viajaba acompañada de un hombre que de acuerdo con Elizabeth; no presentaba emoción alguna en el rostro y tenía movimientos que rayaban en lo mecánico. Los supuestos trabajadores le informaron que sus hijos irían con ellos para ser llevados a un hogar temporal debido a irregularidades notadas en la visita anterior. De inmediato, Elizabeth amenazó con llamar a la policía para que supervisaran la operación; lo que hizo que los visitantes salieran huyendo del lugar sin decir otra cosa.

La Operación Childcare.
Por esto se lanzó la operación Childcare en el sur de Yorkshire a finales de ese mismo año, obteniendo más de 250 reportes. La policía llevó investigaciones que condujeron a que de estos, solo dos eran genuinos y unos dieciocho más debían ser considerados como 'serios'. Los criminólogos de la época especularon que bien podría tratarse de vigilantes decididos a tomar cartas en el asunto por sí mismos, investigadores contratados por algún cónyuge o ex pareja para pelear por una custodia o inclusive pedófilos.
Uno de los dos incidentes es el ocurrido a una mujer llamada Anne Wylie.
Wylie declaró que una mujer llegó a su casa al poco tiempo de que su hijo de año y medio había sido hospitalizado por un ataque de asma, presentándose como una inspectora de sanidad.
De acuerdo con Wylie, la mujer no portaba identificación, lo que le hizo pensar que algo no estaba bien. Además de eso, se percató de que en el auto de la mujer se encontraba un hombre sentado en el asiento del copiloto, y por ello le preguntó más datos para corroborar su identidad. Wylie se sorprendió de que la mujer sacara un archivo en el que aparecía el registro médico de su hijo.
Tras una discusión prolongada, Wylie logró que la mujer se fuera, y acto seguido llamó a la oficina local de salud; quienes le confirmaron que la mujer no trabajaba para ellos.
La descripción dada fue la de una mujer de veinticinco a treinta años, de metro sesenta de alto, delgada, de cabello castaño claro y un lunar al lado del ojo derecho; y vestida con un uniforme color azul claro similar a los abrigos de las enfermeras inglesas.
La operación Childcare llegó a su fin en 1994, cuando las autoridades británicas llegaron a la conclusión de que ningún niño había sido secuestrado, y que los casos terminaban en que los pequeños solo eran 'examinados' por los visitantes.
Varios criminólogos involucrados con la operación intentaron desarrollar un perfil de posibles sospechosos, así como discernir un posible motivo; pero lo mejor que pudieron plantear fue que se trataba de grupos de pedófilos, imitadores o madres que habían perdido a sus hijos propios.
Uniforme de enfermera británica en los 80.
Similar al descrito por la señora Wylie.
Los reportes disminuyeron hasta octubre de 1995, cuando la familia Dunn, de la ciudad de Manchester, fue visitada por una mujer de unos treinta y cinco años; la cual se presentó como miembro del Consejo de la ciudad, y que estaba ahí para investigar un reporte anónimo de maltrato infantil.
El señor Dunn le exigió ver una identificación, a lo que la trabajadora respondió que iría a buscarla a su auto; donde seguro la había dejado. Observando desde el pórtico de la casa, Dunn se dio cuenta de que en el auto de la mujer había otros dos hombres, los cuales intercambiaron palabras con la mujer por un momento. Acto seguido, la trabajadora social subió al vehículo y este arrancó a toda velocidad.

En 2001, el diario escocés Daily Record publicó una alarma para la localidad de Inverness tras recibir una serie de llamadas informando de una pareja sospechosa de trabajadores sociales, los cuales tocaban a las casas y pedían se les permitiera inspeccionar a los niños viviendo en ellas.
Las descripciones eran las de un hombre robusto de metro ochenta de alto, pelirrojo y barbado; mientras que su compañera era castaña y medía aproximadamente un metro setenta. Ambos vestían trajes negros y llevaban portafolios, así como identificaciones del departamento de trabajo social para acreditarse.
El departamento de trabajo social de Escocia respondió a la publicación emitiendo un comunicado, en el cual se explicaba que no se habían enviado a trabajadores con esa descripción; y al que al verlos o recibir visitas de ellos se les reportara de inmediato a la policía de Inverness.

Recientemente, en el 2014, el Daily Mail siguió un caso ocurrido en abril de ese mismo año e informó a los padres de Gloucestershire que debían prestar atención a visitas de estos trabajadores, y que no importaba que presentaran identificaciones; que no se les debía permitir acceso al domicilio.

La teoría de Higgs y Wyatt.
De la infinidad de teorías propuestas por las fuerzas policiales británicas y la población, está la de que esta racha de trabajadores sociales fantasma pueda estar inspirada en un escándalo de abuso de menores que tuvo lugar en 1980, cuando dos pediatras abusaron de su poder para realizar toda clase de escandalosos procedimientos de extracción de menores.
Marietta Higgs y Geoffrey Wyatt eran una pareja de pediatras que desarrollaron un supuesto 'examen' para diagnosticar abuso sexual hacia menores.
El método de Higgs se conocía como 'dilatación anal relajada' o "RAD" por sus siglas en inglés. La doctora podía supuestamente diagnosticar abuso sexual sin riesgo de equivocación al palpa el área cercana al ano de un niño. Basado en la respuesta fisiológica del área, Higgs creía que se podía determinar si había sufrido un abuso sexual anterior.
Mediante este examen, Higgs y su colega Wyatt justificaron la extracción de más de cien niños de sus hogares en espacio de un par de meses. Las críticas al sistema llevaron a que una mujer de nombre Elizabeth Butler-Sloss iniciara una investigación, la cual terminó revelando que la mayoría de los diagnósticos de Higgs y Wyatt eran incorrectos.
Como resultado, 94 de los 121 niños removidos de sus hogares fueron devueltos.
Por esto se abrió una nueva ley en 1991, la instauración de la Children Act.
Esta mandaba que los trabajadores sociales debían intervenir al mínimo, y que aún cuando se debía extraer a un niño, los trabajadores debían presentar evidencia inmediata de que el niño sería enviado a un hogar estable o con familiares inmediatos.

viernes, 7 de abril de 2017

Dick Turnpin y los fantasmas de Heathrow.

El Aeropuerto Internacional de Heathrow
El aeropuerto de Heathrow, en Londres, no solo es conocido por ser el tercer aeropuerto con el mayor número de visitantes anuales; el cual sobrepasa los setenta millones, si no por ser hogar de un espectro legendario conocido como Dick Turnpin y otros espíritus.

Turnpin fue un asaltante de caminos que aterrorizó la región en 1700, famoso por su actitud arrogante y por el burlarse del público y hacer una reverencia teatral antes de ser ejecutado. Turnpin, que no estaba dispuesto a ser asesinado por alguien, tomó la soga y saltó de la plataforma de la horca para ahorcarse a sí mismo.
Y aunque su espíritu ha sido visto en toda Inglaterra, es reportado al menos una vez por semana en los terrenos del aeropuerto de Heathrow. Empleados y pasajeros por igual han reportado a un hombre vestido con un abrigo negro y un sombrero tricuerno, rondando por los pasillos del lugar a mitad de la noche. Se dice que Turnpin es agresivo y muy activo durante la noche, pues tiende a gritar y atacar en esas horas de poca actividad.
En el año 2004, una empleada que laboraba en el área de boletos fue sujetada del cabello y jalada por sobre el mostrador ante un gran número de testigos. 
Asaltante de caminos, similar a la descripción de Dick Turnpin
Además de Turnpin, Heathrow cuenta con una gran historia de accidentes trágicos y fantasmas.
Por ejemplo, a finales de la década de los cuarenta, un avión que viajaba de Bruselas a Londres se estrelló en la pista de aterrizaje; matando a los tres pilotos y a diecisiete de los veintidos pasajeros abordo.
Se dice que mientras los equipos de rescate maniobraban para sacar a los heridos de los restos del avión, un hombre de traje gris se materializó entre las llamas y preguntó cortésmente si alguien había visto su equipaje; para luego desvanecerse en la noche en medio del humo del siniestro. Posteriormente, se confirmó su identidad como un hombre de negocios que estaba entre los fallecidos del accidente.
El fantasma, nombrado como "El Hombre de la Maleta" ha sido visto deambulando por la pista de aterrizaje y la terminal. En 1970, se hizo famoso luego de que control de tráfico llamó a las autoridades del aeropuerto para informar que en el radar aparecía un hombre caminando sin rumbo entre las pistas y que enviaran a la policía por él.
Al llegar los equipos de policía y bomberos de Heathrow, se inició una búsqueda que duró por varios minutos, hasta determinar que no había nadie. Un oficial llamó a control de tráfico para decir que el hombre debía haber huido o que se trataba de un error, pues las pistas se encontraban despejadas. Para terror del policía, un controlador respondió y le dijo que no bromeara, que el hombre estaba a solo unos metros de donde se encontraban buscando; y que inclusive aparecía en el radar junto a ellos.
El último espíritu es un poco más perturbador, y aparece en la sala VIP del aeropuerto. Aunque algunos han descrito al fantasma como un hombre de negocios ordinario, el cual desaparece cuando llega el momento de abordar; otros más narran que la aparición solo puede ser vista de la cintura para abajo y que ronda por ahí en horas donde hay pocos pasajeros.

0888-888-888: El número maldito.

A comienzos de la década pasada, la compañía de telefonía celular Mobitel, con sede en Bulgaria, emitió el número 0888-888-888; un número que a simple vista podría parecer únicamente inusual por la repetición de los dígitos, pero cuya historia se tornó en ejemplo de una de las primeras maldiciones relacionadas con la tecnología celular.
Como en una película de horror estilo 'The Ring' o 'One Missed Call', la posesión del número rápidamente se convirtió en un misterio; pues de manera coincidental o tal vez por obra de fenómenos paranormales, todo aquél que ha tenido el número en ese país muere de manera imprevista.

Vladimir Grashnov.
El primer propietario del 0888-888-888 fue el propio dueño de Mobitel, Vladimir Grashnov.
Al mes siguiente, Vladimir se vio víctima de un cáncer agresivo y falleció en el 2011, lo que desató los rumores de una maldición; ya que el equipo de Mobitel y familiares y conocidos del hombre lo reportaban como alguien en perfecto estado de salud, e incluso se manejó que podría haber sido asesinado por un rival de negocios usando materiales radioactivos que le indujeron la enfermedad.
Si bien para el lector podría parecer descabellado, el uso de materiales radioactivos para cometer asesinatos es algo conocido en Rusia y las ex-repúblicas soviéticas. Pero lo curioso de la muerte de Grazhnov es que no se le conocía enemigos y tenía un perfil público de empresario honesto.

Konstantin Dimitrov.
En el año 2003, el jefe criminal búlgaro Konstantin Dimitrov recibió el número pocos meses antes de su muerte a manos de un sicario rival.
Dimitrov, que se encontraba de viaje en los Países Bajos para supervisar una operación de tráfico de drogas, fue atacado en un restaurante de lujo en Ámsterdam por un asesino a sueldo de una banda rival.  Se sabe que Dimitrov estaba hablando por teléfono en el momento que el sicario entró al restaurante y abrió fuego contra su novia y él, hiriendo a la mujer de gravedad.
Fue aquí que se dispersó la idea de la maldición. 

Konstantin Dishliev.
El número permaneció sin ocupar hasta el año 2005, cuando le fue asignado al agente de bienes raíces llamado Konstantin Dishliev. 
Dishliev mantenía una doble vida como agente de bienes raíces y traficante de cocaína en las zonas más opulentas de Sofía, capital de Bulgaria. Al poco tiempo de conseguir el número, Dishliev salía de un restaurante de comida india cuando un tirador misterioso abrió fuego contra él, dándole varias veces y dejándolo moribundo en un charco de sangre. Después de unos días, la investigación de la policía búlgara reveló que Dishliev se encontraba inmiscuido en el tráfico de un cargamento de cocaína valuado en 130 millones de euros, el cual había sido confiscado en la aduana por la ley.

Estas tres muertes de figuras relativamente conocidas en Bulgaria desataron toda clase de especulaciones y un temor entre los usuarios de telefonía celular, impactando negativamente las ventas de equipos de teléfono en Bulgaria durante los años siguientes.
El daño a Mobitel fue tal que desde entonces, el número no fue reutilizado y el llamar a él solo obtiene como respuesta un mensaje pregrabado que indica que el número no está disponible o fuera del área de servicio. Mobitel, al ser cuestionada, se negó a responder y emitió un comunicado en el cual señalaba que no darían información sobre números individuales.

La llamada de la muerte.
En internet comenzaron a circular rumores a mediados del 2007 sobre llamadas desde el 0888-888-888 en Bulgaria; los cuales avisaban que si se recibía una llamada de este número, no se debía responder.
Los correos electrónicos y páginas sensacionalistas explicaban que al contestar, una señal de alta frecuencia saldría del auricular y atacaría al cerebro con la fuerza suficiente para causar una hemorragia y una muerte instantánea; y que decenas de personas ya habrían muerto por el fenómeno. La histeria colectiva llevó a la creación de teorías que iban desde experimentos del gobierno ruso hasta espíritus vengativos y demonios despertados a raíz de la construcción de una torre de telefonía sobre tierra sagrada.
Las compañías telefónicas de la región lanzaron campañas para explicar que esto era imposible, lo que de inmediato llevó al público a acusarlos de encubrimiento. Incluso circuló un documento emitido por un supuesto ejecutivo de Nokia, en el cual se detallaba que los teléfonos podían transmitir energía electromagnética con suficiente fuerza para afectar al cuerpo humano, ocasionándole ataques cardiacos y hemorragias internas.
Por supuesto, Nokia negó la información en el documento, descartándola como un trabajo de ficción y una leyenda urbana.

jueves, 6 de abril de 2017

Árboles asesinos.

En una entrega anterior hablamos de plantas carnívoras en sitios como la meseta de Matto Grosso en el Amazonas, las sierras de México o las recónditas junglas de África. Y no es de extrañarse que en otros rincones del mundo existan también historias de monstruos vegetales que buscan sangre y carne como sustento.

El Árbol Eléctrico de Kummel.
En el año 1185, una expedición alemana a las selvas de Nueva Guinea se encontró con un inusual árbol en las montañas de la isla. Curiosamente, a casi cinco mil pies sobre el nivel del mar, las selvas de Nueva Guinea daban paso no solo a planicies abiertas y extrañas anomalías magnéticas que neutralizaban las brújulas de la expedición, si no a lo que parecía ser un cementerio de animales y un silencio inexplicable.
En la expedición viajaba un hombre conocido como el Dr. Kummel, quien tenía como misión el catalogar especies nuevas de plantas y animales. Fue en medio de los claros llenos de huesos que Kummel se encontró con una especie vegetal desconocida, un gran árbol lleno de pústilas en las raíces. Sabiendo que se trataba de una especie sin catalogar, Kummel ordenó a un soldado que cortara una de las pústulas con un machete.
Para sorpresa de Kummel, el trozo contenía un núcleo negro sólido que producía descargas eléctricas. Como un experimento, Kummel tomó un alambre de cobre doblado, y lo colocó en el núcleo; el cual generó una violenta explosión de energía eléctrica lo suficientemente fuerte como para quemar el alambre.
El coronel Gassende escribió esto del extraño árbol en su diario:
"Cada rama del árbol presentaba nucleos similares, los cuales parecían hacer circular corriente en todo el organismo. No sé como, ni cuanta energía podía almacenar, pero debo decir que era lo suficiente para derribar a un hombre adulto."

Kummel especuló que los árboles eléctricos eran los culpables de los múltiples esqueletos y la falta de presencia de otros árboles en la zona, pues podrían matar a cualquier cosa que se acercara lo suficiente. Nombró a la especie como 'Elassia electrica', pero jamás se encontró otro ejemplar para dar veracidad a su historia.

El árbol puercoespín de Arizona.
En el estado de Arizona existen reportes de un 'pino' que mide hasta 10 metros de alto y tiene hojas similares a las púas de un puercoespín. Relajado, las púas permanecen en reposo y emite un aroma dulce y plasentero. Pero, si el árbol se agita en lo más mínimo, las púas se erizan y el aroma se torna similar al de un cadáver.
Se dice que esto pasa cuando algo pasa cerca de él, y que es tan peligroso que animales como osos, pumas y lobos evitan acercarse. Se dice que si algo se acerca lo suficiente, el árbol mueve sus ramas con la intención de destrozarlo usando las púas, y que es bastante resistente al daño físico.
El coronel Brace Dion escribió lo siguiente sobre el árbol:
"Hay más cosas curiosas en Arizona que en cualquier otra parte de esta vasta tierra, y de acuerdo con mi idea, y sé bien lo que son estas cosas raras; la más extraña de todas es un árbol con temperamento peor que el de una prima donna de opera cómica, pues se enfurece con la más pequeñas de las provocaciones. Algunos amigos en Houck's Tank lo llaman el árbol puercoespín, y otros alegan que su nombre correcto es el árbol zorrillo. Yo lo llamo el árbol del terror sagrado. Pero no importa como lo llames, es extraño y es un hijo de Arizona."

La raíz infernal de Hawaii.
En el año de 1895, un botánico de Inglaterra se encontraba explorando las montañas de Hawaii cuando llegó a un acantilado al que su guía nativo temía acercarse. Esto le pareció una superstición, así que continuó caminando hasta llegar al borde de un agujero circular de más de cien yardas de diámetro. 
Alrededor de esta depresión, el botánico se encontró con un círculos de huesos blanqueados por el sol, de varias especies de mamíferos, aves e incluso seres humanos; y se dio cuenta de que no había vegetación a unos veinte metros del agujero. En el centro parecía haber una especie de 'pozo', del cual salían extraños hilillos de humo.
El botánico se retiró debido a que ya comenzaba a anochecer y que su guía le gritaba con desesperación que se fueran. Al día siguiente, se sometió a un ritual para protegerse del mal por recomendación del guía, y solo así se le permitió regresar al agujero. Al avanzar por la selva, se encontró con una masa de lo que parecían ser algas marinas, rodeadas por huesos de animales y que parecían soltar una especie de humo. Al moverse, el botánico se percató de que algunas raíces delgadas se alzaron y comenzaron a arrastrarse hacia él.
Asustado y maravillado a la vez, el botánico retrocedió del extraño vegetal, pero resbaló al hacerlo. En ese momento, algo lo golpeó en la cabeza con tanta fuerza que casi lo dejó inconsciente; y al reaccionar, dijo haber visto un objeto serpentino reptando por entre las rocas, y que un zumbido desconocido y de baja intensidad empezó a emanar de la planta. 
Nunca estableció una conexión directa entre la masa de plantas y el agujero, pero lo que vio ciertamente lo convenció de no regresar al lugar.

El Árbol Hidra.
Grabado alemán del Bohon Upas.
En la isla de Java se dice que existe un árbol conocido como el Bohon Upas, siendo 'upas' la palabra javanesa para 'veneno'; o 'Árbol Hidra de la Muerte'. Este árbol es mencionado por primera vez en el siglo XIV por el monje viajero Jordano, que escribe de árboles en Java que 'producen nubes venenosas que matan todo a su alrededor'. 
Los reportes esporádicos de estos árboles continúan apareciendo hasta el día de hoy, y considerando lo remoto de las junglas de Java; es muy difícil saber exactamente donde pueden encontrarse. En el siglo XVIII, un doctor alemán de nombre J.N. Foersch escribió para la London Magazine que pasó varios años recolectando relatos de encuentros con estas plantas durante su tiempo estacionado como cirujano en las Indias Orientales; y que estaba decidido a montar una expedición para hallarlos.
Foersch creía que solo existía un árbol de este tipo, el cual supuestamente se encontraba en un lugar montañoso y despoblado de vegetación en cerca de seis kilómetros a la redonda; y que cualquier animal que entrara en este sitio era rápidamente afectado por un gas pútrido, así como que las aves que sobrevolaban el área tendían a caer muertas en pleno vuelo.
De acuerdo a Foersch, fuera del desierto alrededor del árbol vivía un ermitaño que proveía equipo y la extrema unción a los criminales que eran enviados por el gobierno para intentar obtener la resina del árbol. El ermitaño decía que estos criminales aceptaban la labor en vez de ser enviados a morir directamente, y que antes de entrar al desierto de la muerte se vestían con gorros de piel, gafas gruesas, guantes gruesos y ropas de cuero cuertido. Solo uno de cada diez enviados volvían, y la resina recolectada era tan potente que se usaba para matar dolorosamente a otros criminales.
El botánico William Turner Thiselton-Dyer hizo una comparación entre los mitos del Umdhlebi en África y el Bohon Upas, sugiriendo que inclusive podrían ser especies relacionadas entre sí.

El Jubokko.
En Japón existe un árbol conocido como el Jubokko o 'árbol vampiro', cuyas raíces se alimentan de la sangre y los cadáveres en campos de batalla o lugares de ejecución.
El Jubokko, se dice, parece un árbol común y corriente cuya identidad es solo revelada por los huesos y cadáveres en torno a sus raíces. Más allá de saciarse con la sangre que permea la tierra, supuestamente tiene la habilidad de sujetar y asfixiar a quienes se acercan demasiado; usando una especie de 'tubos' en sus ramas para drenar la sangre de un cuerpo hasta que este asemeja un montón de piel seca.
Al cortar la rama de un Jubokko, emanará una sangre con potentes capacidades medicinales. También se cree que el Jubokko sana muy rápido, que puede causar alucinaciones y tiene el poder de hablar con otras plantas. En algunas tradiciones, se cree que el Jubokko empieza como un árbol normal, el cual se deforma al absorber la sangre derramada en el suelo durante batallas y asesinatos. 

miércoles, 5 de abril de 2017

Las sirenas asesinas de África.

"Se ha reportado que dos niños de la escuela secundaria de Ganye estaban arreando ganado cuando vieron una sirena en la represa. De acuerdo a un amigo de los chicos fallecidos, los muchachos saltaron al agua e intentaron atrapar a la sirena al creer que se trataba de un gran pez. Pero la sirena los jaló al fondo del agua."

El texto anterior no es una historia de horror o una leyenda urbana, si no una declaración oficial del jefe Nemangwe de la localidad de Gokwe, en el país africano de Zimbabwe; donde recientemente los cuerpos de dos niños fueron hallados con marcas extrañas al borde de un lago.
El hecho ocurrió el 19 de febrero de este año, en un área donde varios testigos dicen haber visto una sirena en los bancos de arena y las aguas cercanas a una presa. De acuerdo con el tercer muchacho sobreviviente, la sirena los ahogó y después los arrojó al borde del agua. Las investigaciones policiales no prosiguieron, pues de acuerdo a las tradiciones de la localidad, es de mala suerte intentar agredir a las supuestas sirenas que habitan las aguas.

Como esta historia hay muchas, ya que en África las sirenas no son las mujeres hermosas de las leyendas occidentales; si no bestias marinas similares a simios o poderosos demonios acuáticos. 
En Zimbabwe, hay una infinidad de leyendas sobre una raza de sirenas conocidas como "Mondao", seres maliciosos que disfrutan ahogar a bañistas y nadadores en los lagos.
En el año 2012, en la misma presa Gokwe se detuvo el trabajo de remodelación debido a que los trabajadores se quejaron de estar siendo aterrorizados por sirenas que parecían mujeres pálidas con cabello negro y colas de pescado. Los trabajadores se vieron tan aterrados que el ministro de recursos hidráulicos de Zimbabwe tuvo qué testificar ante el parlamento del país para explicar la situación y buscar un arreglo. 
La primer opción fue llevar trabajadores blancos de Sudáfrica, que eran menos supersticiosos y sin conocimiento de las leyendas de Zimbabwe; pero estos también dijeron haber visto a las sirenas y se negaron a continuar trabajando. Al final, se llegó a la decisión de consultar con líderes tribales y brujos que hicieron un ritual para apaciguar a las bestias.
Según los líderes tribales, casi todos los lagos y reservas de la región son habitados por sirenas, y las presas son sitios que disfrutan en particular. Por ejemplo, la gran presa del lago Kariba es un punto clave en avistamientos de sirenas. 
Las mismas autoridades de Zimbabwe consideran a las sirenas como seres reales, y anualmente se realizan sacrificios de ganado y rituales al borde del agua para mantenerlas tranquilas y evitar que ataquen a los humanos que se acercan a los lagos.

Los mitos se extienden al país vecino de Sudáfrica, donde hay pinturas rupestres de humanoides con colas de sirena en la región habitada por la tribu Khoi-san; uno de los parajes desérticos más inhóspitos del país y al que se le conoce como el Karoo. Per se dice que la región alguna vez estuvo bajo las aguas, y que las sirenas continúan viviendo en las selvas de Karoo del sur, una zona famosa por sus manantiales de montaña y cavernas acuáticas en lagos de montaña.
Estas sirenas en especial son sumamente hostiles, y buscan atraer a los viajeros al borde del agua para alimentarse de ellos. A diferencia de sus congéneres en Zimbabwe, estas no son seres de carne y hueso; si no demonios o espíritus temidos y reverenciados por las tribus de la región.
Pinturas rupestres en Karoo.
En otras partes de Sudáfrica, las sirenas son conocidas como "Caimanes", y se les describe típicamente como una raza de criaturas demoniacas que ahogan a sus víctimas y asemejan a mujeres con cabello negro y brillantes ojos rojos. En el 2008, la aldea de Surbraak experimentó una racha de encuentros con una criatura que parecía una mujer blanca con cabello negro. Esta fue vista en varias ocasiones, y siempre parecía estar imitando los movimientos de alguien ahogándose para atraer a sus víctimas.
Un joven en particular intentó auxiliarla, saltando al agua. Pero regresó a la costa a toda velocidad al cabo de unos segundos, completamente aterrado. Al cuestionarle sobre lo ocurrido, el joven narró que los ojos de la mujer brillaban como los faros traseros de un auto y que tenían un cierto poder hipnótico.
Otro joven también dijo haber visto a la mujer mientras pasaba por un puente, y dijo que hacía un sonido similar al llanto de un bebé y estaba acompañada de un brillo plateado. 
El 31 de diciembre del 2015, un niño de 12 años en la comunidad de Mpumalanga fue a reunirse con amigos al delta del río Sabie, y desapareció sin dejar rastro. Las autoridades achacaron la desaparición a las corrientes del río o incluso a un cocodrilo, pero un testigo de la zona dijo haber visto como el muchacho era arrastrado al agua por una mujer pálida. 
En Mapobane, al norte de Pretoria; existe una sirena que acecha en la presa Marikana y que es culpable de haber matado a más de una persona. Se le conoce como la Mamogashwa, y ha sido vista merodeando bajo la superficie del agua en áreas poco profundas. Se cree que la Mamogashwa no solo ahoga a la gente, si no que cuenta también con el poder de producir pesadillas a quienes la han visto.
En abril del 2016, el sitio del diario Rekord North publicó el relato de un grupo de jóvenes que estaban caminando por la presa cuando vieron a una mujer nadando en las aguas, invitándolos a acercarse. Al hacerlo, notaron que no se trataba de una mujer común y corriente; si no que tenía un cuerpo de pez de la cintura para abajo. Los chicos intentaron correr, y fue ahí que la sirena saltó de las aguas en forma similar a un tiburón blanco para atrapar a uno de ellos y arrastrarlo al fondo del lago. 
Al volver con ayuda, los chicos encontraron a su amigo flotando sin vida a unos cuantos metros de la presa, con marcas de garras en el cuerpo. De acuerdo con el diario, los residentes del pueblo saben que la sirena ha matado al menos a tres personas y que incluso la policía teme acercarse a la presa.

En Tanzania, el 21 de mayo de 1996 se volcó un ferry de nombre MV Bukoba a 56 kilómetros de la costa de Mwanza. El desastre le costó la vida a cerca de mil personas, entre ellas Abu Ubaidah Al-Banshiri, quien en aquél momento era el segundo al mando de la organización terrorista Al-Qaeda y el lider de la rama africana.
El equipo de buzos de rescate enviados por el gobierno de Tanzania se vio forzado a huir del sitio del desastre al ser perseguidos por sirenas, que supuestamente les hablaron y les ordenaron largarse del sitio o atenerse a las consecuencias. Se dice que varias de estas sirenas persiguieron a los buzos.