jueves, 6 de abril de 2017

Árboles asesinos.

En una entrega anterior hablamos de plantas carnívoras en sitios como la meseta de Matto Grosso en el Amazonas, las sierras de México o las recónditas junglas de África. Y no es de extrañarse que en otros rincones del mundo existan también historias de monstruos vegetales que buscan sangre y carne como sustento.

El Árbol Eléctrico de Kummel.
En el año 1185, una expedición alemana a las selvas de Nueva Guinea se encontró con un inusual árbol en las montañas de la isla. Curiosamente, a casi cinco mil pies sobre el nivel del mar, las selvas de Nueva Guinea daban paso no solo a planicies abiertas y extrañas anomalías magnéticas que neutralizaban las brújulas de la expedición, si no a lo que parecía ser un cementerio de animales y un silencio inexplicable.
En la expedición viajaba un hombre conocido como el Dr. Kummel, quien tenía como misión el catalogar especies nuevas de plantas y animales. Fue en medio de los claros llenos de huesos que Kummel se encontró con una especie vegetal desconocida, un gran árbol lleno de pústilas en las raíces. Sabiendo que se trataba de una especie sin catalogar, Kummel ordenó a un soldado que cortara una de las pústulas con un machete.
Para sorpresa de Kummel, el trozo contenía un núcleo negro sólido que producía descargas eléctricas. Como un experimento, Kummel tomó un alambre de cobre doblado, y lo colocó en el núcleo; el cual generó una violenta explosión de energía eléctrica lo suficientemente fuerte como para quemar el alambre.
El coronel Gassende escribió esto del extraño árbol en su diario:
"Cada rama del árbol presentaba nucleos similares, los cuales parecían hacer circular corriente en todo el organismo. No sé como, ni cuanta energía podía almacenar, pero debo decir que era lo suficiente para derribar a un hombre adulto."

Kummel especuló que los árboles eléctricos eran los culpables de los múltiples esqueletos y la falta de presencia de otros árboles en la zona, pues podrían matar a cualquier cosa que se acercara lo suficiente. Nombró a la especie como 'Elassia electrica', pero jamás se encontró otro ejemplar para dar veracidad a su historia.

El árbol puercoespín de Arizona.
En el estado de Arizona existen reportes de un 'pino' que mide hasta 10 metros de alto y tiene hojas similares a las púas de un puercoespín. Relajado, las púas permanecen en reposo y emite un aroma dulce y plasentero. Pero, si el árbol se agita en lo más mínimo, las púas se erizan y el aroma se torna similar al de un cadáver.
Se dice que esto pasa cuando algo pasa cerca de él, y que es tan peligroso que animales como osos, pumas y lobos evitan acercarse. Se dice que si algo se acerca lo suficiente, el árbol mueve sus ramas con la intención de destrozarlo usando las púas, y que es bastante resistente al daño físico.
El coronel Brace Dion escribió lo siguiente sobre el árbol:
"Hay más cosas curiosas en Arizona que en cualquier otra parte de esta vasta tierra, y de acuerdo con mi idea, y sé bien lo que son estas cosas raras; la más extraña de todas es un árbol con temperamento peor que el de una prima donna de opera cómica, pues se enfurece con la más pequeñas de las provocaciones. Algunos amigos en Houck's Tank lo llaman el árbol puercoespín, y otros alegan que su nombre correcto es el árbol zorrillo. Yo lo llamo el árbol del terror sagrado. Pero no importa como lo llames, es extraño y es un hijo de Arizona."

La raíz infernal de Hawaii.
En el año de 1895, un botánico de Inglaterra se encontraba explorando las montañas de Hawaii cuando llegó a un acantilado al que su guía nativo temía acercarse. Esto le pareció una superstición, así que continuó caminando hasta llegar al borde de un agujero circular de más de cien yardas de diámetro. 
Alrededor de esta depresión, el botánico se encontró con un círculos de huesos blanqueados por el sol, de varias especies de mamíferos, aves e incluso seres humanos; y se dio cuenta de que no había vegetación a unos veinte metros del agujero. En el centro parecía haber una especie de 'pozo', del cual salían extraños hilillos de humo.
El botánico se retiró debido a que ya comenzaba a anochecer y que su guía le gritaba con desesperación que se fueran. Al día siguiente, se sometió a un ritual para protegerse del mal por recomendación del guía, y solo así se le permitió regresar al agujero. Al avanzar por la selva, se encontró con una masa de lo que parecían ser algas marinas, rodeadas por huesos de animales y que parecían soltar una especie de humo. Al moverse, el botánico se percató de que algunas raíces delgadas se alzaron y comenzaron a arrastrarse hacia él.
Asustado y maravillado a la vez, el botánico retrocedió del extraño vegetal, pero resbaló al hacerlo. En ese momento, algo lo golpeó en la cabeza con tanta fuerza que casi lo dejó inconsciente; y al reaccionar, dijo haber visto un objeto serpentino reptando por entre las rocas, y que un zumbido desconocido y de baja intensidad empezó a emanar de la planta. 
Nunca estableció una conexión directa entre la masa de plantas y el agujero, pero lo que vio ciertamente lo convenció de no regresar al lugar.

El Árbol Hidra.
Grabado alemán del Bohon Upas.
En la isla de Java se dice que existe un árbol conocido como el Bohon Upas, siendo 'upas' la palabra javanesa para 'veneno'; o 'Árbol Hidra de la Muerte'. Este árbol es mencionado por primera vez en el siglo XIV por el monje viajero Jordano, que escribe de árboles en Java que 'producen nubes venenosas que matan todo a su alrededor'. 
Los reportes esporádicos de estos árboles continúan apareciendo hasta el día de hoy, y considerando lo remoto de las junglas de Java; es muy difícil saber exactamente donde pueden encontrarse. En el siglo XVIII, un doctor alemán de nombre J.N. Foersch escribió para la London Magazine que pasó varios años recolectando relatos de encuentros con estas plantas durante su tiempo estacionado como cirujano en las Indias Orientales; y que estaba decidido a montar una expedición para hallarlos.
Foersch creía que solo existía un árbol de este tipo, el cual supuestamente se encontraba en un lugar montañoso y despoblado de vegetación en cerca de seis kilómetros a la redonda; y que cualquier animal que entrara en este sitio era rápidamente afectado por un gas pútrido, así como que las aves que sobrevolaban el área tendían a caer muertas en pleno vuelo.
De acuerdo a Foersch, fuera del desierto alrededor del árbol vivía un ermitaño que proveía equipo y la extrema unción a los criminales que eran enviados por el gobierno para intentar obtener la resina del árbol. El ermitaño decía que estos criminales aceptaban la labor en vez de ser enviados a morir directamente, y que antes de entrar al desierto de la muerte se vestían con gorros de piel, gafas gruesas, guantes gruesos y ropas de cuero cuertido. Solo uno de cada diez enviados volvían, y la resina recolectada era tan potente que se usaba para matar dolorosamente a otros criminales.
El botánico William Turner Thiselton-Dyer hizo una comparación entre los mitos del Umdhlebi en África y el Bohon Upas, sugiriendo que inclusive podrían ser especies relacionadas entre sí.

El Jubokko.
En Japón existe un árbol conocido como el Jubokko o 'árbol vampiro', cuyas raíces se alimentan de la sangre y los cadáveres en campos de batalla o lugares de ejecución.
El Jubokko, se dice, parece un árbol común y corriente cuya identidad es solo revelada por los huesos y cadáveres en torno a sus raíces. Más allá de saciarse con la sangre que permea la tierra, supuestamente tiene la habilidad de sujetar y asfixiar a quienes se acercan demasiado; usando una especie de 'tubos' en sus ramas para drenar la sangre de un cuerpo hasta que este asemeja un montón de piel seca.
Al cortar la rama de un Jubokko, emanará una sangre con potentes capacidades medicinales. También se cree que el Jubokko sana muy rápido, que puede causar alucinaciones y tiene el poder de hablar con otras plantas. En algunas tradiciones, se cree que el Jubokko empieza como un árbol normal, el cual se deforma al absorber la sangre derramada en el suelo durante batallas y asesinatos. 

miércoles, 5 de abril de 2017

Las sirenas asesinas de África.

"Se ha reportado que dos niños de la escuela secundaria de Ganye estaban arreando ganado cuando vieron una sirena en la represa. De acuerdo a un amigo de los chicos fallecidos, los muchachos saltaron al agua e intentaron atrapar a la sirena al creer que se trataba de un gran pez. Pero la sirena los jaló al fondo del agua."

El texto anterior no es una historia de horror o una leyenda urbana, si no una declaración oficial del jefe Nemangwe de la localidad de Gokwe, en el país africano de Zimbabwe; donde recientemente los cuerpos de dos niños fueron hallados con marcas extrañas al borde de un lago.
El hecho ocurrió el 19 de febrero de este año, en un área donde varios testigos dicen haber visto una sirena en los bancos de arena y las aguas cercanas a una presa. De acuerdo con el tercer muchacho sobreviviente, la sirena los ahogó y después los arrojó al borde del agua. Las investigaciones policiales no prosiguieron, pues de acuerdo a las tradiciones de la localidad, es de mala suerte intentar agredir a las supuestas sirenas que habitan las aguas.

Como esta historia hay muchas, ya que en África las sirenas no son las mujeres hermosas de las leyendas occidentales; si no bestias marinas similares a simios o poderosos demonios acuáticos. 
En Zimbabwe, hay una infinidad de leyendas sobre una raza de sirenas conocidas como "Mondao", seres maliciosos que disfrutan ahogar a bañistas y nadadores en los lagos.
En el año 2012, en la misma presa Gokwe se detuvo el trabajo de remodelación debido a que los trabajadores se quejaron de estar siendo aterrorizados por sirenas que parecían mujeres pálidas con cabello negro y colas de pescado. Los trabajadores se vieron tan aterrados que el ministro de recursos hidráulicos de Zimbabwe tuvo qué testificar ante el parlamento del país para explicar la situación y buscar un arreglo. 
La primer opción fue llevar trabajadores blancos de Sudáfrica, que eran menos supersticiosos y sin conocimiento de las leyendas de Zimbabwe; pero estos también dijeron haber visto a las sirenas y se negaron a continuar trabajando. Al final, se llegó a la decisión de consultar con líderes tribales y brujos que hicieron un ritual para apaciguar a las bestias.
Según los líderes tribales, casi todos los lagos y reservas de la región son habitados por sirenas, y las presas son sitios que disfrutan en particular. Por ejemplo, la gran presa del lago Kariba es un punto clave en avistamientos de sirenas. 
Las mismas autoridades de Zimbabwe consideran a las sirenas como seres reales, y anualmente se realizan sacrificios de ganado y rituales al borde del agua para mantenerlas tranquilas y evitar que ataquen a los humanos que se acercan a los lagos.

Los mitos se extienden al país vecino de Sudáfrica, donde hay pinturas rupestres de humanoides con colas de sirena en la región habitada por la tribu Khoi-san; uno de los parajes desérticos más inhóspitos del país y al que se le conoce como el Karoo. Per se dice que la región alguna vez estuvo bajo las aguas, y que las sirenas continúan viviendo en las selvas de Karoo del sur, una zona famosa por sus manantiales de montaña y cavernas acuáticas en lagos de montaña.
Estas sirenas en especial son sumamente hostiles, y buscan atraer a los viajeros al borde del agua para alimentarse de ellos. A diferencia de sus congéneres en Zimbabwe, estas no son seres de carne y hueso; si no demonios o espíritus temidos y reverenciados por las tribus de la región.
Pinturas rupestres en Karoo.
En otras partes de Sudáfrica, las sirenas son conocidas como "Caimanes", y se les describe típicamente como una raza de criaturas demoniacas que ahogan a sus víctimas y asemejan a mujeres con cabello negro y brillantes ojos rojos. En el 2008, la aldea de Surbraak experimentó una racha de encuentros con una criatura que parecía una mujer blanca con cabello negro. Esta fue vista en varias ocasiones, y siempre parecía estar imitando los movimientos de alguien ahogándose para atraer a sus víctimas.
Un joven en particular intentó auxiliarla, saltando al agua. Pero regresó a la costa a toda velocidad al cabo de unos segundos, completamente aterrado. Al cuestionarle sobre lo ocurrido, el joven narró que los ojos de la mujer brillaban como los faros traseros de un auto y que tenían un cierto poder hipnótico.
Otro joven también dijo haber visto a la mujer mientras pasaba por un puente, y dijo que hacía un sonido similar al llanto de un bebé y estaba acompañada de un brillo plateado. 
El 31 de diciembre del 2015, un niño de 12 años en la comunidad de Mpumalanga fue a reunirse con amigos al delta del río Sabie, y desapareció sin dejar rastro. Las autoridades achacaron la desaparición a las corrientes del río o incluso a un cocodrilo, pero un testigo de la zona dijo haber visto como el muchacho era arrastrado al agua por una mujer pálida. 
En Mapobane, al norte de Pretoria; existe una sirena que acecha en la presa Marikana y que es culpable de haber matado a más de una persona. Se le conoce como la Mamogashwa, y ha sido vista merodeando bajo la superficie del agua en áreas poco profundas. Se cree que la Mamogashwa no solo ahoga a la gente, si no que cuenta también con el poder de producir pesadillas a quienes la han visto.
En abril del 2016, el sitio del diario Rekord North publicó el relato de un grupo de jóvenes que estaban caminando por la presa cuando vieron a una mujer nadando en las aguas, invitándolos a acercarse. Al hacerlo, notaron que no se trataba de una mujer común y corriente; si no que tenía un cuerpo de pez de la cintura para abajo. Los chicos intentaron correr, y fue ahí que la sirena saltó de las aguas en forma similar a un tiburón blanco para atrapar a uno de ellos y arrastrarlo al fondo del lago. 
Al volver con ayuda, los chicos encontraron a su amigo flotando sin vida a unos cuantos metros de la presa, con marcas de garras en el cuerpo. De acuerdo con el diario, los residentes del pueblo saben que la sirena ha matado al menos a tres personas y que incluso la policía teme acercarse a la presa.

En Tanzania, el 21 de mayo de 1996 se volcó un ferry de nombre MV Bukoba a 56 kilómetros de la costa de Mwanza. El desastre le costó la vida a cerca de mil personas, entre ellas Abu Ubaidah Al-Banshiri, quien en aquél momento era el segundo al mando de la organización terrorista Al-Qaeda y el lider de la rama africana.
El equipo de buzos de rescate enviados por el gobierno de Tanzania se vio forzado a huir del sitio del desastre al ser perseguidos por sirenas, que supuestamente les hablaron y les ordenaron largarse del sitio o atenerse a las consecuencias. Se dice que varias de estas sirenas persiguieron a los buzos.

martes, 4 de abril de 2017

Zoológicos Embrujados.

Posiblemente el último lugar donde alguien esperaría encontrar un fantasma es en un zoológico.
Pero al igual que muchos sitios como museos o castillos, algunos parques zoológicos alrededor del mundo cuentan con una larga historia que incluye accidentes con animales o inclusive la edificación del parque sobre algún cementerio.

El Zoológico y Jardín Botánico de Cincinnati.
Abierto el 18 de Septiembre de 1875, el Zoológico de Cincinnati y el Jardín Botánico adyacente es el segundo parque zoológico más viejo de los Estados Unidos, justo después del Zoológico de Filadelfia. Es famoso por ser el último lugar del mundo donde se exhibió el ahora extinto Periquito de Carolina y la Paloma Pasajera; así como por ser sede de un gran número de programas de conservación de especies en peligro de extinción.
Y es el hogar de una leona fantasma.
Por muchos años, los visitantes al zoológico han dicho que al caminar por los caminos boscosos más solitarios del parque, fueron acechados por el fantasma de lo que parece ser una leona africana adulta; a veces tan cerca que pueden escuchar sus pisadas, la respiración e incluso gruñidos.
Este espíritu sale tanto de día como de noche, tiende a asomarse por entre la vegetación y se dice que sus ojos brillan de color verde en la oscuridad. Inclusive algunas personas dicen haber sido perseguidas por el animal, el cual desaparece justo antes de saltar para atacar.
Curiosamente, de acuerdo con el personal del parque no hay registros de accidentes con una leona o con cualquier otro gran felino.

El Zoológico de Filadelfia.
Abierto en 1874, el Zoológico de Filadelfia supuestamente fue edificado sobre un antiguo cementerio indio y tiene varias áreas que se dice, están bastante embrujadas. De estos, el más conocido es la Casa Solitude, un edificio construido en 1784 (cien años antes del zoológico) y que sirvió anteriormente como la casa de reptiles..
En él ocurren varios fenómenos como pisadas fantasmales, voces y música antigua que emergen del sótano; así como la aparición de una dama de blanco que merodea la escalera. Algunos visitantes se quejan de haber sido tocados o de haber recibido jalones de cabello por manos invisibles; y que supuestamente hay una voz de hombre que le pide a las personas que se vayan. Esta voz se cree, pertenece a John Penn, el constructor original del edificio.
El edificio Shelley, que es la sede de las áreas administrativas del zoológico, tiene fenómenos como puertas que se cierran solas y un rostro fantasmal que se asoma por las ventanas.
En la sala de laboratorios y oficinas veterinarias, el edificio Pennrose, las luces se encienden y apagan solas. Finalmente, existe un salón de entretenimiento conocido como The Treehouse (La casa del árbol), en donde se manifiestan pisadas incorpóreas y una sensación de terror que se apodera de quienes entran en él. 
Además de esto, en todo el zoológico se han reportado sombras y sonidos anómalos, tanto de animales como humanos; todos ellos sin respuesta alguna.

El Parque Zoológico Alexandria.
Construido en la ciudad de Alexandria, Louisiana; este parque zoológico fue administrado durante varios años por un director de nombre Robert Leslie Whitt, quien lo hizo crecer de una pequeña granja para mascotas a un parque mundialmente famoso por sus hábitats réplica de los pantanos de Louisiana y las sabanas africanas.
Aunque Whitt falleció en el 2008, se cree que su espíritu sigue por ahí, pues su voz ha sido escuchada tanto por trabajadores como visitantes. Hay reportes de sonidos anómalos como gruñidos y otro similar al de piedras arrastradas por el pavimento aún cuando no hay nadie en el lugar.
Algunos animales como los monos y los grandes felinos tienden a perder el control momentáneamente y sin razón alguna. Estos fenómenos son achacados a Whitt, que fue un gran bromista en vida y continúa realizando jugarretas a los visitantes. Otras personas dicen haber escuchado grandes felinos y otros depredadores en los enrejados de animales inofensivos como conejos y ciervos. 

El Zoológico Guadalajara.
De acuerdo con el equipo de investigación del programa "Extranormal" de TV Azteca, el zoológico Guadalajara es hogar de una multitud de espíritus negativos, que van desde una niña hasta una presencia que irradia un olor fétido en zonas donde no hay animales a los cuales se les pueda achacar el aroma.
Personal de la guardia nocturna del parque narra encuentros con personas que desaparecen en los pasillos del zoológico, zonas frías y con olor a putrefacción; así como la niña ya mencionada previamente, la cual se manifiesta gritando en la terminal del tren que recorre el parque. En la grabación del programa, aparecen sombras misteriosas que se ocultan tras los árboles, gritos desencarnados, actitudes agresivas en los animales e incluso un gruñido inexplicable captado entre el ruido de lobos aullando. Otros fenómenos incluyen voces masculinas en el auditorio y niebla inexplicable en el serpentario.

El Zoológico de Houston.
Este parque es famoso por el espíritu de Hans Nagel, un inmigrante alemán que trabajó en él durante veinte años como entrenador y domador de los animales; y se hizo famoso por presentar espectáculos con leones y otras bestias, al grado de ser nombrado director del zoológico con el tiempo.
Nagel es famoso también por impedir que una mujer fuese destrozada por un tigre, al cual mató antes de que pudiese abalanzarse sobre la dama. Nagel murió en noviembre de 1941 durante un altercado con un policía que intentó detenerlo. Se dice que desde entonces, Nagel aparece en el zoológico, principalmente en el lugar donde fue asesinado.

El Zoológico de Chapultepec.
En el año 2013, la emisión radiofónica de "La Mano Peluda" recibió la llamada de un antiguo guardia de seguridad del zoológico de Chapultepec, quien procedió a reproducir psicofonías grabadas en el interior del parque. En las grabaciones (disponibles en YouTube) se puede escuchar el sonido de cadenas siendo arrastradas y voces extracorpóreas; entre ellas, una voz infantil que dice claramente '¿qué quieres?'.
De acuerdo con el guardia, estos ruidos fueron captados en el área tras la zona de tundra, donde se ubicaban ejemplares de Oso Polar, Lobos Marinos y Pingüinos. Otra historia narrada por el guardia habla de dos figuras que aparecen en las ramas de la exhibición del Cóndor de los Andes, y que sobrepasan por mucho al ave en tamaño. 

El Zoológico de Columbus.
Los trabajadores del zoológico de Columbus, en el estado de Ohio, dicen que se puede ver una sombra rondando el interior del granero de los Okapi. Se cree que este espíritu es el de una hembra de Okapi que murió dando a luz varios años atrás.

El Parque Zoológico de Whipsnade.
Ubicado en Inglaterra, este zoológico cuenta con varias leyendas. 
Ruidos inexplicables acosan a quienes visitan el departamento sobre el centro de visitantes, los niños en la sala de educación interactúan con otro pequeño que los adultos no pueden ver y un perro negro ronda los prados del parque; desapareciendo cuando alguien se le acerca.
En una ocasión, un cuidador de elefantes que trabajaba en el interior de la exhibición dijo haber visto a un hombre vestido con botas y pantalones de trabajo, el cual desapareció al poco tiempo de ser visto. Tras describir al hombre, sus compañeros le revelaron que era el espíritu de un antiguo cuidador de elefantes que murió en el lugar.
Finalmente, el antiguo edificio de oficinas se quemó durante la noche; matando al vigilante del zoológico y su perro. Cerca del aniversario del accidente, se puede percibir un olor a perro mojado en el edificio que fue construido en el lugar.

El Zoológico de Fort Worth.
El Zoológico de Fort Worth, también en Texas; es hogar de al menos dos espíritus diferentes. El primero es un entrenador de animales que murió en 1987 al ser pisoteado por un elefante macho. El entrenador se dice aparece en los enrejados de los elefantes y las cebras, haciendo rondas como si aún siguiera vivo. 
El otro espíritu es el de una mujer de estatura pequeña, la cual porta un vestido del siglo XIX y carga una sombrilla. Se dice que este espíritu pasa frente a la cafetería del zoológico, y aparece visiblemente molesta por algo. Este espíritu es tangible, tan real que muchos de los que la han visto creen que se trata de alguna actriz contratada por el zoológico; y nadie sabe quién es, pero aparece casi todos los días.

El Zoológico de Dudley.
Construido en los terrenos de un castillo que data del siglo XI, el zoológico de Dudley es el hogar de varios espíritus; entre los cuales se encuentra el de Dorothy Beaumont, conocida como 'la dama gris'. Se dice que la dama gris ocasiona que las alarmas del edificio suenen durante la noche sin razón aparente, se den caídas de temperatura y una extraña niebla azul que flota sobre la taverna del lugar.
Otros espectros incluyen un niño tamborilero que data de la guerra civil, un par de piernas desencarnadas y una niña pequeña.

El Parque Griffith.
El antiguo zoológico de Los Ángeles, el Parque Griffith, fue construido en 1912 sobre una antigua granja de avestruces; y permaneció abierto hasta 1966 cuando se construyó el nuevo Zoológico de Los Ángeles.
Hasta el día de hoy, se dice que una aparición sombría acecha las ruinas y las viejas jaulas; una colosal sombra negra considerada demoniaca,  y que emite un aura de negatividad y produce una sensación de terror en quienes lo ven.

Lincoln Park.
El Zoológico de Lincoln Park fue construido en el borde sur de lo que antiguamente fue el cementerio de Chicago, donde miles de personas fueron enterradas durante las epidemias de cólera que asolaron la ciudad durante sus primeros días; y se dice que en el cementerio había hasta 30,000 cadáveres en la época que fue cerrado.
Incluso, el día de hoy se menciona de manera no oficial que puede haber hasta 10,000 tumbas sin identificar bajo el lugar; pues restos humanos son desenterrados de manera regular durante proyectos de construcción y remodelación del parque. Aunado a esto, en Lincoln Park existió un puente conocido como "Puente del Suicidio", donde se cree que hasta 100 personas terminaron con sus vidas.
En 1962, durante la construcción de un granero en el zoológico se descubrieron restos humanos  y para evitar asuntos legales, el director de aquella época decidió dejar los restos enterrados en el lugar y construir el granero sobre ellos. Entre los espíritus hay una mujer espectral que viste ropas victorianas y merodea la casa de los leones; y también tiende a aparecer en los espejos del baño de mujeres. Otras apariciones victorianas también han sido vistas a través de varias zonas del zoológico, muchas veces esfumándose tan rápido como aparecen.
En el zoológico se han registrado voces y pasos desencarnados, puertas que se cierran solas, luces que se apagan por sí mismas, neblinas, borrones y orbes de luz en fotografías, voces misteriosas e incluso zonas con tanta energía negativa que ocasionan que la gente se enferme. 

Espectros en Irak.

"En el año 2003 fui parte de un cuerpo de marines estacionados en Irak.
Además del combate, la miseria y todas las cosas horribles de la guerra, también tuve varios encuentros con lo sobrenatural. Recuerdo que en una ocasión fuimos enviados a explorar una ciudad bombardeada, ya que Inteligencia creía que ahí se encontraba un gran depósito de armas del ejército iraquí.
Recorrimos las ruinas por horas hasta dar con una trampilla de metal bloqueada por escombros. Al abrirla, vimos que daba paso a una escalera subterránea bastante profunda; por lo que el comandante intuyó que se trataba de un búnker y que posiblemente podría contener un gran almacén de armas e incluso combatientes ocultos.
Nos organizamos en equipos de cuatro para descender por las escaleras, lo que fue una tarea difícil gracias a los escombros. Al fondo se encontraba una gran puerta de hierro que a su vez conducía a un búnker, pero no encontramos armas. En lugar de ello, había instrumentos de tortura muy variados; e incluso una habitación llena de ceniza, con muchas huellas de manos en la pared.
Escuchábamos ruidos en los ductos de ventilación, pero la cámara de espionaje que enviamos por ellos no registró nada fuera de lo común. Se nos ordenó salir por la supuesta presencia de un agente químico que hizo sentir mal a varios del equipo y pasamos los días siguientes en la enfermería; sufriendo de vómito y fiebres intensas.

En otra ocasión nos tocó montar guardia en una vieja base aérea, al lado de la cual se alzaba un hospital antiguo de seis pisos y con paredes de arcilla. El lugar estaba en tan mal estado después de los bombardeos que las escaleras habían colapsado y no pudimos explorar los pisos superiores. En todo el tiempo que estuvimos en el lugar se escuchaban gritos y voces que venían de las zonas bloqueadas.

Pero de todo eso, lo más aterrador pasó en el campo aéreo conocido como H1.
Verán, los iraquíes sobrevivientes por lo regular saqueaban las áreas abandonadas y bombardeadas en busca de provisiones. Hospitales, bases militares, de la fuerza aérea e incluso el zoológico de Bagdad. Pero por alguna razón que no entendíamos, el H1 estaba intacto cuando llegamos; y nuestros guías iraquíes se negaban a pisar el lugar.
De manera oficial, el H1 también servía como una prisión en la cual Saddam encerraba a sus prisioneros y disidentes políticos, forzándolos a trabajar en una fábrica de armamento cercana hasta que morían por cansancio; y después de ello arrojaba los cuerpos en fosas comunes a lo largo de la base.
Nos quedamos en un edificio intacto del perímetro exterior, unas barracas muy mal equipadas y bastante frías. La fábrica de los prisioneros tampoco presentaba daño por los bombardeos y el combate en días anteriores, lo que me sorprendió mucho porque se trataba de un edificio construido con láminas de metal y páneles de madera. En fin, lo interesante de esta historia ocurrió durante una noche en que me tocó el turno de francotirador nocturno.

Esa noche, veía una luz parpadeando en la cima de la fábrica a través de los goggles de visión nocturna; la cual desaparecía cada que me los quitaba. Le conté al comandante y me ordenó ir a revisar, así que subí con un grupo de compañeros al tercer piso de la fábrica.
El lugar daba miedo, uno de esos sitios extraños que te dan un mal presentimiento en cuanto entras en ellos pese a que éramos cuatro soldados armados hasta los dientes. En cuanto entramos, el viento empezó a soplar y lanzó una polvareda que nos impedía respirar; así que cerramos las puertas de la bodega detrás de nosotros. Al subir las escaleras, pudimos escuchar un sonido como de metal rozando entre sí, pero no encontramos nada en ningún momento.
En el primer piso había una prisión conectada al edificio, y arruinada en gran parte. Mientras caminábamos por ella, un compañero apuntó con su linterna en una dirección y dijo que alcanzó a ver a un niño pequeño agazapado en una esquina; pero nadie más lo vio. Eso fue algo que omitimos en el reporte, porque lo achaqué a los nervios de mi compañero.
Pusimos sensores de movimiento en el perímetro, y se suponía que sonaran si algo pasaba a través de ellas. Y efectivamente, los sensores no dejaban de sonar; como si algo invisible pasara constantemente entre ellos.
Escuchábamos gritos cada noche, pero el comandante lo achacó a zorros del desierto y otros animales cuyas llamadas nocturnas sonaban parecidas. Así que eso lo ignoramos. Otros más dijeron que llegaban a escuchar los gritos de una mujer cerca de las ruinas de una cabaña, pero tampoco la encontramos."

miércoles, 7 de diciembre de 2016

El alien en el bosque.

Me encontraba en un parque, visitando a un amigo que tiene un hijo de la misma edad que el mío. El parque era pequeño, y consistía de una cancha de tenis, un campo de juegos y un sendero de concreto que rodeaba el parque. Pasando la cancha de tenis, solo había unos cuantos prados y muchos árboles.
Mientras nuestros niños jugaban, mi amigo y yo fuimos a caminar por el sendero hasta llegar a un pequeño camino de terracería que conducía directo a los bosques. Entramos en él un par de metros, pero nos detuvimos al escuchar algo. Ambos miramos a donde provenía el ruido, un pequeño barranco a unos veinticinco metros, y vimos algo moviéndose entre los árboles.
Nos mantuvimos en silencio y quietos cuando nos dimos cuenta de qué se trataba.

Al principio fue difícil verlo, porque era muy delgado y se movía lentamente. Y podríamos haberlo confundido con un árbol meciéndose en el viento, pero esta cosa no era un árbol. De hecho se movía como los pulpos en el agua, muy tranquilo y con movimientos lentos.
Para describirlo... bueno, imaginen una escoba. Pero en lugar de un cepillo, tenía muchas patitas largas y delgadas con las que caminaba por el suelo como un cangrejo. La parte al final del palo, lo que sería el extremo superior del mango, tenía una forma hinchada y deforme. 
Nos asustamos al verlo, porque no había una manera de explicar qué rayos era. No parecía un animal de la tierra, de hecho; porque ni siquiera los insectos se mueven así. 
Como ya dije, parecía un pulpo moviéndose en el fondo del océano, como en los documentales.
Sin decir algo, volvimos al campo de juegos, tomamos a los niños y salimos del lugar. Nunca he sabido como categorizarlo, pensar siquiera qué podría ser. Algún animal desconocido, una especie de insecto mutante o incluso un extraterrestre.
No sé. El solo contar la historia me da escalofríos.

Los maniquíes.

Esta historia ocurrió en 1999, no recuerdo exactamente el mes, solo que era una noche tormentosa y fría. En ese tiempo vivía con mis padres en Tranquility, California. Ese día decidí ir de fiesta con algunos amigos en la ciudad de San Joaquín, que está a unos cuatro kilómetros de Tranquility.
Estábamos pasando un buen rato, pero poco después de la medianoche tuve problemas con un tipo que estaba demasiado ebrio y causando problemas. Yo también había bebido demasiado, así que cuando nos separaron, decidí que era tiempo de volver a casa.
Había ido a la fiesta con un amigo mío, pero cuando lo busqué para pedirle que nos fuéramos, me dijeron que se había ido con alguien y sin decir donde había ido o cuando volvería. Bueno, de cualquier modo, no quería quedarme más tiempo y decidí caminar por la autopista que conecta las dos ciudades. Hubo algunos que intentaron persuadirme, diciéndome que era peligroso y que mejor me quedara, pero estaba demasiado ebrio como para hacerles caso.

Recuerdo bien que esa noche hacía un viento frío, y que definitivamente caminar esos cuatro kilómetros no fue la mejor decisión que pude haber tomado esa noche. Pensé que tal vez podría pedir aventón y a lo mejor alguien se detendría para llevarme.
Ya llevaba una tercera parte del camino cuando caí en cuenta de que había cometido un grave error. Debí haberme quedado y esperado a mi amigo. Fue en ese momento cuando vi las luces de un auto viniendo hacia mí, así que levanté el pulgar y esperé, pero el auto siguió de largo. Un par de minutos después, vi otro carro que venía por el camino y volví a hacer el gesto de pedir aventón. Además de que hacía frío, estaba comenzando una tormenta eléctrica y caían rayos por todos lados.
Pero nada. 
Decidí que era suficiente, así que me giré y pensé en regresar a San Joaquín cuando un tercer auto apareció en el camino. Saqué de nuevo el pulgar y por un momento, parecía que el auto pasaría de largo... hasta que se detuvo a unos quince metros de mí. Empecé a caminar hacia él, alegre de que por fin iba a conseguir un camino de vuelta a casa y a quitarme el frío.

Conforme me acercaba al auto, la puerta del conductor se abrió y salió un hombre. Ahí se me heló la sangre: Había algo muy raro en la manera en que salió. Como si sus movimientos fuesen tiesos e incómodos. Iba a decirle algo cuando un relámpago iluminó el cielo y pude verlo con claridad.
¡Se veía como uno de esos maniquís de tienda departamental! Tenía una expresión en blanco, con una ligera sonrisa , y caminaba con mucha dificultad. Iba a echar a correr cuando la puerta del copiloto se abrió y también apareció otra de esas cosas, pero esta era una mujer.  Otro rayo la iluminó, y efectivamente era otro maniquí.

Grité y corrí hacia un campo de maíz al lado de la carretera. Los tallos medían poco más de un metro ochenta de alto, y al parecer no tenía mucho de que los habían regado, porque la superficie era un lodazal que me cubría poco arriba de los tobillos.
Seguí sin detenerme, pese a lo difícil que era correr por el lodo. Al cabo de unos quince minutos, me detuve por un momento para recuperar el aliento. Y escuché el sonido de alguien caminando detrás de mí, agitando los maizales.
Me empezaba a sentir mareado, como si fuera a desmayarme. Recé porque esas cosas no me encontraran si eso pasaba, y permanecí no sé cuanto tiempo agachado y esperando. Escuché más movimiento en los maizales. Esas cosas me seguían buscando. 
Al final, pasó mucho tiempo hasta que escuché el ruido de las puertas de un automóvil cerrándose, seguido por el de un motor y el auto acelerando. Sobra decir que no volví a la carretera, si no que continué por el maizal hasta salir del otro lado. Para entonces me encontraba exhausto, y casi colapsé inconsciente. Esperé a las afueras de una granja hasta que amaneció, y entonces decidí regresar a San Joaquín.

Hasta hoy, pensándolo en retrospectiva, intento convencerme de que era alguien jugando bromas. Una pareja que buscara asustar gente en el camino por diversión. No sé. 
Pero de verdad, espero que así haya sido.
Porque si no, ¿qué eran esas cosas en al auto? ¿De dónde vinieron?
Y, ¿dónde podrán estar?

La maldición del jefe Cornstalk.

El jefe Cornstalk (1720-1770).
La ciudad de Point Pleasant, en Virginia del Oeste, es famosa por dos eventos sobrenaturales: el colapso del puente Silver en el río Ohio, y las apariciones del ominoso críptido conocido como el Mothman u "Hombre Polilla". Pero existe una tercera que tal vez podría haber sido la causa directa de las dos anteriores.
La maldición del jefe Cornstalk.

Casi doscientos años atrás, los habitantes de las colonias americanas comenzaban a expandirse hacia el oeste y a entablar fieros conflictos con los nativos americanos por la posesión de tierras. De todos los grandes jefes indios, el más peligroso fue el jefe Cornstalk; quien maldijo a los colonos poco antes de morir traicionado por ellos.
Ya sea por la maldición del jefe Cornstalk o no, pero es cierto que la región fronteriza entre Ohio y Virginia del Oeste es uno de los vórtices de actividad sobrenatural más activos en los Estados Unidos. Los nativos ya la consideraban maldita, plagada por fantasmas y criaturas monstruosas; y es en esta área que también se alza Athens, la ciudad más embrujada de Estados Unidos después de Nueva Orleans.
Durante décadas se han trazado teorías al respecto. ¿Qué podría haber en esa tierra para atraer al Mothman, espíritus y críptidos como el Goatman? La respuesta podría hallarse en un evento sangriento que tuvo lugar durante la Revolución Americana y la maldición del jefe Cornstalk.

El Jefe Cornstalk.
Representación de las luchas entre los Shawnee y los colonos.
En 1770, los indios Shawnee, Delaware, Wyandot, Mingo, Miami, Ottawa e Illinois formaron una confederación de tribus para mantener a raya al hombre blanco. De todos estos, los más poderosos eran los Shawnee, comandados por un jefe guerrero llamado Keigh-tugh-gua, cuyo nombre puede traducirse a Cornstalk (tallo de maíz).
En 1774, cuando los primeros pobladores blancos empezaron a establecerse en los valles de Kanawha y el río Ohio, la confederación se preparó para lo que sería sin duda una guerra a muerte. Las naciones se unieron en una línea a través del río Ohio, con cerca de 1200 guerreros listos para pelear; y su primer objetivo sería el asentamiento de Point Pleasant, del extremo este del río Ohio.
Cuando los colonos se enteraron, enviaron tropas a atacar a los indios. Estos no tuvieron oportunidad alguna, pues aún con su ferocidad y tácticas de guerrilla; fueron presa fácil para los mosquetes y cañones de los soldados blancos. Así, al final de la batalla, solo murieron 140 colonos y más del doble de indios. Las tribus, derrotadas, emprendieron la huida hacia el oeste en las tierras salvajes de Ohio y comenzaron a erigir un fuerte en una intersección entre el río Ohio y el río Kanawha.
En 1777, Cornstalk decidió hacer la paz con los blancos cuando los británicos les propusieron atacar a las colonias rebeldes. Cornstalk y el jefe Delaware Halcón Rojo no querían una batalla con los americanos, así que acudieron a un fuerte para negociar la paz. Cornstalk habló con el comandante de la región, Arbuckle, diciéndole que se oponía a tal guerra y que su tribu era la única que no se había unido a los británicos.
Sin embargo, los americanos decidieron que la única manera de impedir que los indios los atacaran era apresar a Cornstalk y Halcón Rojo; y así forzarlos a rendirse. La captura de Cornstalk llevó a todas las tribu de la región a aliarse con los americanos, enseñarles sus tácticas militares y así finalmente pudieron vencer a los británicos en combates en los cuales estaban en desventaja numérica y tecnológica.

Réplica de Fort Randolph, donde Cornstalk fue detenido.
El 9 de noviembre, el hijo de Cornstalk, Ellinipisco, también fue detenido. Este acto encolerizó a los nativos, que comenzaron a atacar a los colonos en retribución. Como castigo, los soldados del fuerte entraron a las habitaciones de los cautivos y los ejecutaron en venganza.
Mientras Cornstalk yacía moribundo, pronunció una maldición:
"Era amigo del pionero. Muchas veces lo salvé a él y a su hombre del peligro. Nunca quise luchar con ustedes, solo deseaba proteger mis tierras y aldeas. Rechacé unirme a sus enemigos caras pálida, los casacas rojas. Vine al fuerte como amigo y ustedes me asesinaron. Me asesinaron junto con mi hijo... por esto, que la maldición del Gran Espíritu caiga sobre esta tierra. Que esté maldita. Que incluso las esperanzas de aquellos que viven en ella sean malditas. Que la fuerza de su gente sea paralizada por nuestra sangre."

Tras decir esto, Cornstalk falleció, y su cuerpo fue enterrado cerca del fuerte; sobre el río Ohio. Ahí permaneció enterrado por muchos años.
En 1794, se fundó la ciudad de Point Pleasant cerca del viejo fuerte. La tumba de Cornstalk permaneció sin ser perturbada hasta 1840, cuando sus huesos fueron enviados a la corte del condado Maso y en 1899 se levantó un monumento en su memoria. A finales de 1950, los restos que quedaban del jefe Cornstalk (tres dientes y quince fragmentos de hueso) fueron colocados en un ataúd de metal y enterrados junto a la tumba de un antiguo colono amigo de Cornstalk.

El monumento maldito.
El obelisco de Point Pleasant.
Existe un monumento en Point Pleasant que mide más de cuarenta metros de alto y está dedicado a la guerra de independencia Americana. Fue inaugurado en agosto de 1909, un mes después de cuando se tenía planeado alzarlo. Originalmente sería inaugurado el 22 de julio, pero la noche anterior del evento, el cielo estalló misteriosamente con una tormenta eléctrica y dañó la parte superior de una grúa que colocaría el monumento en su lugar.
El 4 de julio de 1921, otro rayo golpeó el monumento, dañándolo y obligando al gobierno a reconstruirlo. Hoy sigue en pie, pero curiosamente parece atraer rayos en días que no hay tormentas eléctricas. Curiosamente, está dedicado a los hombres que murieron en la batalla en que la confederación de Cornstalk fue derrotada.

Tierra maldita.
Para muchos residentes de las áreas vecinas de Virginia del Oeste, Pennsylvania y Ohio, definitivamente hay algo malo en la tierra. Durante más de 200 años, la región ha sido lugar de accidentes, asesinatos y desastres que han sido achacados a la maldición del Jefe Cornstal.
Entre estos se encuentran:
1907 - Una explosión en una mina de carbón de Monongah, Virginia del Oeste; en la cual murieron 310 mineros.
1944 - 150 personas fallecieron durante un tornado que pareció centrarse en esa zona.
1967 - El 15 de diciembre ocurrió el colapso del puente Silver, el cual le costó la vida a 46 personas y trajo consigo la racha de avistamientos del Mothman.
1968 - Un avión de Piedmont Airlines chocó cerca del aeropuerto de Kanawha, matando a 35 a bordo.
1970 - Un DC-10 de Southern Airways chocó de lleno contra una montaña cerca de Huntington, Virginia del Oeste, matando a los 75 tripulantes.
1976 - Un hombre hizo explotar la prisión del condado de Mason, en Point Pleasant. El hombre acudió a la cárcel con una maleta llena de explosivos con la idea de matar a su esposa y a sí mismo. Su esposa estaba encerrada por el asesinato de su hija pequeña. En el incidente, la pareja y tres oficiales resultaron víctimas.
1978 - Un tren de carga se descarriló en Point Pleasant y derramó miles de litros de químicos tóxicos que contaminaron los pozos que suministraban agua a la ciudad.
1979 - La planta eléctrica de Willow Island, al norte de Point Pleasant, colapsó por un error en la construcción y mató a 51 trabajadores que se encontraban en su interior.

Y a estos accidentes se les añaden otras extrañas calamidades... tornados, incendios, inundaciones. Point Pleasant ha sido casi destruida en tres ocasiones por explosiones e incendios, así como un colapso económico y comercial en la ciudad.
La placa memorial del Jefe Cornstalk.
"En este monumento yacen los restos de Keigh-tugh-qua, mejor conocido como Cornstalk para los primeros colonos y pioneros. El jefe Cornstalk era bien conocido y respetado por los colonos y las tribus nativas del río Ohio. Como jefe de los Shawnees y cabeza de las Tribus Confederadas del Noroeste, Cornstalk decidió entablar la paz con los colonos. Sin embargo, fue obligado a liderar el ataque en 'Long Knigves', en la batalla de Point Pleasant el 10 de octubre de 1774. Aunque sobrevivió a la batalla, murió tres años más tarde."